Joe Biden extiende el embargo contra el régimen castrista por un año más

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, prorrogó por un año más las restricciones comerciales impuestas sobre el régimen castrista.

La prolongación realizada este jueves es un procedimiento regular que realiza cada administración norteamericana para activar nuevamente la política de embargo en contra del gobierno comunista de la Mayor de las Antillas.

A través de un comunicado oficial compartido por la Casa Blanca, la administración de Biden indicó que, bajo la Ley Pública 95-223, sección 101 (b), la Ley de Comercio con el Enemigo estaba programada para llegar a su fin este 14 de septiembre, por lo que se determinó que debía continuar.

“Por la presente determino que la continuación del ejercicio de esas autoridades con respecto a Cuba durante un año es de interés nacional de los Estados Unidos”, se lee en la misiva.

Con esto, Biden estableció que la medida en contra del régimen cubano continuará hasta 2024, de acuerdo con las Regulaciones de Control de Activos Cubanos, 31 C.F.R. Parte 515.

“El secretario del Tesoro está autorizado y ordenado a publicar esta determinación en el Registro Federal”, añade el comunicado de la Casa Blanca.

Esta prórroga permite que el presidente Biden pueda hacer cumplir el embargo y autorizar operaciones puntuales, basadas en una ley de 1917 que otorga a EEUU el poder de limitar el comercio que efectúa con otras naciones consideradas hostiles para los intereses del país norteamericano.

Esta ley fue la que permitió que, en 1963, se iniciaran las Regulaciones para el Control de Activos Cubanos. Esta medida también fue implementada en el pasado contra los gobiernos de China, Corea del Norte y Vietnam.

Mientras la administración de Biden ha impulsado una política de flexibilización eliminando varias sanciones interpuestas por Trump, las acusaciones de violaciones de los derechos humanos en contra del régimen impiden el acercamiento de las naciones.

Representantes de ambos países se han reunido en los últimos meses para discutir sobre temas de interés bilateral, sin embargo, es muy poco probable que la relación entre las dos naciones llegue a ser tan cercana como durante la administración de Barack Obama, quien impulsó un deshielo entre EEUU y la Mayor de las Antillas.

Por ahora, el gobierno de EEUU continúa considerando a la Isla como una nación patrocinadora del terrorismo, mientras que el régimen castrista aprovecha este embargo para justificar todas las carencias que existen en la Isla a causa de su mala administración.