Ponerle un nombre a un corte de cabello hace que inmediatamente te quedes con su autoría, es algo parecido a lo que ocurrió con Colón, Americo Vespucio y América. El último lugar conquistado por Francia es un salón de peluquería y, más en concreto, el bob chic, noventero y con flequillo con el que Ana de Armas inició el 2021.
Aunque la exitosa cubana no ha sido la primera en lucir la melena corta y con flequillo, sí ha sido ella la responsable de poner foco en una alternativa al bob con la raya en medio que parece multiplicarse entre las influencers.
La edición francesa de ‘Marie Claire’ aseguraba que el origen de este ‘french bob’ se remonta a las flappers parisinas de los años 20 del siglo pasado. Algo cuanto menos curioso, si tenemos en cuenta que el origen de las flappers -mujeres liberadas, con maquillaje muy oscuro y faldas y cabellos cortos- siempre se había relacionado con Inglaterra o los Estados Unidos. Pero parece que cuando se trata de moda, todo nace en Francia o, mejor aún, en París.
El primer corte de pelo bob nació precisamente en los locos años 20 y, sorpresa, incluía un flequillo corto, por encima de las cejas, similar al baby bang de Audrey Hepburn pero algo más recto, y eso de peinarlo a los lados no se estilaba.
Un ejemplo visual podría ser Catherine Z Jones en ‘Chicago’, pero, por supuesto, la sexy Betty Boop con sus bucles muy definidos es otro claro ejemplo ‘flap’.
Varios medios del país galo se hacían eco del cambio de look de Ana de Armas, recordando que no solo Natalie Portman lo llevó antes en ‘Leon’ junto a Jean Reno, sino que también recordaban a influencers como Taylor Shae, quien se pasea por Paris con boina, labios rojos y bob francés.
Pero esta nueva reinvención del bob a la francesa requiere de unas puntas desfiladas para ganar movimiento y acabar con el efecto casco que sí se buscaba en el siglo pasado.
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La naturalidad del bob francés
Con la naturalidad como objetivo primordial, este corte de pelo se lleva despeinado y con el flequillo entreabierto y no tan grueso.
Otra variante es el color. En el año del color block, el bob francés se caracteriza por incorporar mucha luz, basada en finísimas mechas que logren aclarar el cabello de una forma muy natural. Eso sí, los tonos fríos son los ganadores; sand o smokey hair son los más repetidos.
El punto fuerte del bob francés está, según estilistas y revistas, en despejar el rostro, dejando que se vean a la perfección los rasgos y llenándolo de luz. Pero el largo también está medido centímetro a centímetro para que la melena no desluzca el estilismo.
Hace unos años, la moda dictaba que si tenías la melena larga, tenías que dejarla pillada por debajo del jersey o del abrigo, ahora la tónica chic es cortarlo.
Además de Ana de Armas o Rocío Morales, una de las últimas celebrities en apuntarse a este bob afrancesado es Monica Bellucci, que luce un bob tradicional con un flequillo ligeramente desfilado con el que poder jugar, igual que hacen la top model Taylor Hill o Andrea Duro.
Francés o no, la realidad es que el bob francés y alborotado está empezando a hacer ruido, y no hay dudas de que es muy chic.
