El cantante cubano Manuel González Hernández, mejor conocido como Manolín “El Médico de la Salsa”, calificó a Estados Unidos como un “país asqueroso”, luego del tiroteo registrado en Texas este 24 de mayo, que dejó 21 muertos en una escuela primaria.
Manolín, quien vivió mucho tiempo dividido entre Cuba y Miami, sin declararse oficialista (aunque defendiendo a Cuba) ni opositor, hizo una dura crítica a la sociedad estadounidense.
A través de su perfil de Facebook, el cantante aprovechó el actual debate sobre control de armas para expresar su desprecio por el país norteamericano.
“No hay nada bueno en un país donde los niños mueren y mueren y mueren año tras año, de la manera más cruel en su lugar más sagrado: las escuelas. Cualquier otra cosa buena que tenga ese país, es mierda si tiene esa desgracia. Y mientras no se resuelva esa desgracia, es un país asqueroso”, expresó el cubano.
El músico indicó que, aunque diariamente suceden en el mundo “cosas horrorosas, esto que pasa en EEUU, y que ya es costumbre, es la peor de todas”.
Manolín dedicó un extenso párrafo a reprobar los valores de la sociedad estadounidense, y a recriminar su falta de un control adecuado de la venta de armas.
“La sociedad de EEUU es el ejemplo de lo que no debe ser una sociedad (…) venden armas a diestras y siniestra” lo que, en su opinión, “es la causante de tantas masacres”.
El cantante regresó a radicar en Cuba de forma definitiva, y desde entonces no ha cesado en sus ataques contra el país norteamericano por diferentes razones.
Por lo mismo, el salsero también ha recibido muchas críticas, a las que él respondió que el mundo entero es peligroso.
“En México te pueden secuestrar, en Cuba te pueden caer a palos y cárcel si dices Díaz-Canel sin…, en Venezuela te pueden matar en la calle, en Israel te puede matar un suicida palestino, en Brasil te pueden asaltar en plena calle, en casi toda América Latina es superpeligroso, el mundo entero es peligroso”, comentó el guantanamero de 57 años.
El tiroteo ejecutado en la primaria “Robb”, en Uvalde, Texas, dejó un saldo de 21 muertos, 19 niños y dos maestras, que esperaron más de una hora a que llegara la policía.
El autor de la masacre fue el joven Salvador Ramos, de 18 años, quien fue abatido por las fuerzas especiales en la escena del crimen, y quien le había disparado a su abuela antes de ir al ataque.
El tiroteo escolar fue el número 27, tan solo en lo que va del año, y el 212 hablando de tiroteos masivos en general. La mayoría de las víctimas tenían entre 9 y 10 años.
