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Más de 260 cubanos han ingresado a Chile de forma ilegal durante la pandemia

Un estudio presentado por el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) de Chile reporta el volumen de ingresos por vías clandestinas a la nación suramericana, entre ellos de cubanos, aunque el mayor número lo llevan los migrantes procedentes de Venezuela.

Aún en medio de la pandemia por COVID-19 en el primer semestre del año, los ingresos se equiparan con el mismo periodo del 2019, lo que supone – asumiendo las restricciones y dificultades por el coronavirus – un incremento del volumen de desplazamiento.

Del mes de enero a julio, casi cuatro mil migrantes ingresaron a Chile a través de vías no aptas, conocidos como “caminos verdes” o “trochas”, comunes en América Latina, con fronteras permeables, y conocidas además por la migración cubana que ha realizado cruzadas en el continente en su viaje hacia Estados Unidos.

De acuerdo con el medio chileno La Tercera, de ese total de 3949 migrantes ingresando a la nación por vías “alternas”, 264 son cubanos, aunque son el número minoritario de los contabilizados a la fecha.

Migrantes ilegales en Chile

A la cabeza se encuentran los migrantes venezolanos con un número de 2.101 ciudadanos utilizando estas vías, seguidos de los haitianos quienes reportan 617 casos, luego colombianos 358 así como 267 bolivianos. En este orden, serían los cubanos el número más bajo contabilizado al menos durante este periodo hacia Chile.

El reporte indica que en comparación con años anteriores, el arribo de migrantes mediante estos pasos “no habilitados”, indica un incremento considerable, especialmente en los últimos tres años, gracias a la entrega en parte de las visas consulares para países como Venezuela, en medio de una profunda crisis humanitaria y Haití, de historial conocido.

Para el director nacional de incidencia y estudios de SJM, Juan Pablo Ramaciotti, los números indican que se deben tomar medidas más estrictas, definiendo “barreras” para contener el arribo de más migrantes por vías no autorizadas, pues le preocupa que de no hacerlo, pudiesen tener una situación parecida a la que vive Estados Unidos, en torno a la migración irregular.

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