Médico cubano desertor responde al régimen: “Traición es callar la miseria”
Luego de que la dictadura arremetiera contra desertores, el galeno denunció la explotación a los profesionales y las carencias del sector médico en la Isla
El médico cubano-español Lucio Enríquez Nodarse respondió públicamente al régimen de Cuba tras una campaña oficialista que calificó de “traidores” a los galenos que han emigrado y denunciado el deterioro del sistema de salud.
A través de un mensaje en su perfil de Facebook, el doctor rechazó las acusaciones y defendió su derecho a expresarse libremente, algo que, según él, la mayoría de los profesionales de la salud dentro de la isla no puede hacer por temor a represalias.
La reacción del médico ocurrió pocas horas después de que el medio estatal TV Santiago publicara el texto “No se escupe el plato que te formó”, replicando la narrativa del Sindicato de Salud Pública, que acusa a los médicos emigrados de deslealtad.
“El MINSAP me acusa de ‘escupir el plato que me formó’. No. Yo no escupo el plato… Escupo la mano sucia que lo sirvió”, sentenció desafiante Enríquez Nodarse.
En su declaración, el médico subrayó que sus críticas no están dirigidas a la educación médica ni a los docentes, a quienes calificó como “mártires silenciosos del sistema, mal pagados, vigilados y castigados por pensar distinto”.
Su denuncia, dijo, es contra el gobierno cubano, al que acusa de haber convertido la medicina en una herramienta de control y propaganda política, mientras médicos dentro del país enfrentan graves carencias en hospitales sin medicamentos, agua potable ni insumos básicos.
A esto se suma la explotación laboral en las llamadas “misiones médicas”, programas en los que, según el propio Enríquez Nodarse, el Estado se queda con hasta el 80% de los salarios de los profesionales enviados al extranjero.
“El Estado cubano vende médicos como mercancía. Los usa, los expone, los silencia y, cuando mueren en el extranjero, las familias ni siquiera saben cómo ni dónde”, denunció.
El médico también criticó el discurso oficial que presenta la formación médica como un “acto de dignidad”, recordando que muchas instituciones académicas provienen de la etapa republicana y que numerosos docentes fueron expulsados o exiliados por negarse a adoctrinar a los estudiantes.
“Sí, me formé en Cuba. Y precisamente por eso sé lo que hay detrás del decorado. La verdadera traición no es denunciar la miseria, es callarla mientras el pueblo se muere esperando un turno o un antibiótico”, afirmó.
Con su mensaje, Enríquez Nodarse cuestiona la legitimidad moral del régimen y denuncia las condiciones precarias de un sistema sanitario que, pese a su propaganda, no logra garantizar atención ni dignidad a los propios cubanos.



