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México pagó la estadía de médicos cubanos con dinero del Fondo de Salud para el Bienestar

El Gobierno de México utilizó dinero del Fondo de Salud para el Bienestar con el objetivo de financiar la estancia de 585 médicos cubanos que arribaron al territorio azteca durante la pandemia del COVID-19.

La información fue confirmada por el medio local Latinus, el cual indicó que el dinero salió de una subcuenta de dicho fondo.

El citado medio señaló que un convenio entre la Secretaría de Salud de la Ciudad de México (Sedesa), la Secretaría de Administración y Finanzas y el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) logró disponer de 135 millones de pesos mexicanos (6,6 millones de dólares) que puso a la disposición del régimen castrista.

Los datos pudieron ser consultados gracias a la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, la cual garantiza que cualquier persona pueda acceder a la información que posean las entidades federales.

Esta información revela que los galenos fueron enviados a realizar labores de revisión de equipos biomédicos, participar en protocolos de investigación, involucrarse en el área de hospitalización, así como en capacitaciones y revisiones bibliográficas.

Los datos indicaron que el contingente estuvo formado por 302 enfermeras y 283 médicos, entre los que había intensivistas, anestesiólogos, especialistas en higiene y epidemiología, entre otros.

En cuanto al personal de enfermería, trascendió que eran 274 enfermeras generales y 28 especialistas. De igual manera, con el grupo viajaron dos abogadas.

El medio compartió facturas en las que se comprueban que el Gobierno mexicano gastó 14 millones de pesos (689.000 dólares) en el hospedaje y la alimentación de los profesionales de la salud, los cuales permanecieron en los hoteles Fiesta Inn y Benidorm.

El acuerdo firmado por el Ministerio de Salud Pública de Cuba (Minsap) y la Secretaría de Salud de la Ciudad de México indicó que la cantidad pactada se pagó en euros a una cuenta bancaria no especificada.

Los galenos viajaron poco después de que la pandemia de coronavirus comenzara a empeorar en México. El Gobierno cubano aseguró que su objetivo era brindar apoyo para controlar los contagios de COVID-19, pero su llegada fue criticada por los médicos locales.

De acuerdo con denuncias realizadas por el personal mexicano, los cubanos no contaban con los conocimientos necesarios para tratar a pacientes críticos, por lo que tuvieron que recibir capacitación.

México no fue el único país que se quejó luego de contratar a los profesionales cubanos, pues Perú e Italia también cuestionaron las capacidades de los médicos.

Un comentario

  1. Es inaceptable que se diga que ningún gobierno paga al personal de salud cubano, pues ellos son los esclavos modernos de la dictadura cubana ya que le pagan una misería de los beneficios que el desgobierno recibe por sus servicios.
    Refernete a la capacitacitación del personal de la salud cubana, desafortunada y dolorosamente deben saber todos los paises que contratan sus servicios que desde hace mucho tiempo, desde que al fallecido dictador Fidel Castro se le ocurrió la idea de formar en casi menos de 6 años a los afanados médicos de medicina integral, la calificación y el conocimiento de los mismos decayó grandemente, unos pocos muy dedicados a los estudios y los que han logrado hacer una especialidad tienen mejor conocimiento de las materias.
    El objetivo del dictador era formar personal para utilizarlos como sus esclavos sin importarle la calidad de los servicios.
    Yo no tengo formación en ninguna especialidad de salud, pero siempre estoy buscando información profunda sobre temas de salud y en ocasiones he tenido que surgerir a médicos ya graduados sobre este programa de algunos aspectos sobre como manejar y detectar ciertas enfermedades y el uso de medicamentos muy sencillos. Siento gran pena por ello, lo otro es que muchos escogen la carrera de medicina con el objetivo de que sean envíados a otros países con el objetivo de poder adquirir lo que en Cuba les resulta imposible.
    Creo que ningún país que se diga democrático debe hacerle el juego a la dictadura y contratar el servicio de sus esclavos modernos pues esto los convierte en sus complices.

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