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Miembro de la Brigada Médica Cubana en Venezuela es expulsado por “armar una fiesta”

El santiaguero Luis Enrique de Lázaro, un licenciado en Servicios Farmacéuticos y miembro de la Brigada Médica Cubana en Miranda, Venezuela, fue expulsado de la misión luego de llevar a cabo una fiesta en horario laboral y publicar un video del suceso en redes sociales.

“Fui injustamente acusado de subir un video a las redes sociales que, según la Comisión disciplinaria del estado Miranda y la Coordinación nacional, dañan la imagen de la misión y va en deterioro de la moral de la misma”, escribió el especialista, quien ahora reside en Brasil, en la página de Facebook “No somos desertores, somos cubanos libres”.

Según el testimonio aportado por De Lázaro, los hechos tuvieron lugar en el Centro de Diagnóstico Integral (CDI) “La Urbina”, cuya coordinadora —en aquel entonces— era la doctora Yaima Rabilero.

Durante la audiencia en su contra, el santiaguero sacó a la luz una serie de pruebas —imágenes y audios— de las acciones ilegales que se perpetraron en el CDI y bajo la supervisión de Rabilero. “Ella es la promotora, pues solo así mantiene entretenidos a los que se dejan envolver”, explicó Luis Enrique.

De acuerdo con el especialista, en un almacén cerrado, ubicado dentro del salón de operaciones, se guardaban todas las donaciones del pueblo venezolano que nunca llegaban a parar a sus respectivos destinos, sino al consumo particular de “algunos privilegiados del estado”.

Luis Enrique también denunció las paupérrimas condiciones de las habitaciones, a las cuales no se les presta atención. Y, por último, hizo mención de determinados casos de galenos, quienes a pesar de tener su relevo y poder así entregar su servicio, se quedan meses de más en Venezuela sin trabajar y cobrando su salario íntegro. Todo ello, gracias a la doctora Rabilero.

Sin embargo, los auditores, quienes asistieron a la fiesta, “pasaron” por alto las evidencias mostradas por el acusado y antes de que la comisión de apelaciones hubiera emitido un veredicto con respecto a su caso, ya había sido montado en un vuelo con rumbo a Cuba.

“Para todos fue una ofensa enseñarles la realidad, por eso salieron de mí”, señaló. “No me pidieron ni entregar el almacén de farmacia, solo irme pues les mandé fotos de las fiestas, pero también de los trueques ilegales que se hacen por comida. O sea, medicamentos, lentes y otros materiales”.

“Logré llegar a Brasil, pero no era mi objetivo. Mi único propósito era la mejoría familiar y llegue al lugar equivocado con seres equivocados”, manifestó el santiaguero.

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