Padre cubano con parole vigente y sin antecedentes penales deportado por ICE

Un padre cubano con estatus de parole válido y en proceso para legalizarse bajo la Ley de Ajuste Cubano fue detenido y deportado, enviado a México por las autoridades del Servicio de Control e Inmigración de Aduanas (ICE).

Ariel Lara González fue detenido por ICE y finalmente deportado, no a Cuba, sino a México, lo que ha provocado fuertes críticas por parte de su familia y abogados.

Lara ingresó legalmente a Estados Unidos en 2022 desde México, con un parole humanitario, e inició su trámite para obtener la residencia permanente bajo la Ley de Ajuste Cubano, herramienta que otorga ese derecho a quienes permanecen en el país con ese estatus durante al menos un año y un día.

Según sus abogados, Ariel no tiene antecedentes penales en EEUU, ha demostrado buena conducta y cumplía con los requisitos para su ajuste de estatus, por lo que su detención y expulsión resultan difíciles de justificar “desde un punto de vista legal y humano”.

Durante su detención, Ariel denunció que fue aislado durante tres días sin recibir una explicación clara ni ser interrogado, una práctica común de las autoridades migratorias estadounidenses, calificada por grupos defensores de derechos humanos como secuestro.

Luego fue trasladado a un centro migratorio en Texas mientras su caso avanzaba hacia la deportación. Su familia, que venía gestionando apoyo legal y político, no logró evitar su salida: fue enviado a México, un país en el que, aseguran, no tiene redes de apoyo y donde su esposa teme por su seguridad.

Su esposa, Elena Lara, ha denunciado públicamente el dolor de la separación, especialmente porque su hijo acaba de cumplir un año.

“No hay piedad. No hay empatía”, dijo en una entrevista con Local 10, afirmando que confiaban en el sistema de protección de EEUU.

La familia sostiene que Ariel ingresó al país legalmente, creyó en las promesas de amparo para cubanos perseguidos y ahora se siente traicionada, un sentimiento que acompaña de manera general a la comunidad cubana, que apoyó al presidente Donald Trump durante su campaña pese a que desde entonces anunció sus intenciones de expulsar a cualquier inmigrante latino.

Mientras los cubanos creyeron que eran inmunes por sus facilidades de entrada legal otorgadas por el demócrata Joe Biden, como el parole humanitario, Trump anunció desde su campaña en 2024 que tenía planeado expulsar a todo el que hubiera ingresado con estas herramientas, cuya eliminación también anticipó.

A su llegada a la Casa Blanca, el mandatario y empresario multimillonario cumplió lo prometido, y se ha encargado de una caza encarnizada de todos los inmigrantes, especialmente latinos, incluso aquellos sin antecedentes penales.

Recientemente, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EEUU (USCIS), finalmente admitió abiertamente las intenciones de la nueva administración republicana, reconociendo que no hay distinción entre migrantes legales e ilegales, y que cualquiera puede ser expulsado, pues el país no desea acoger más extranjeros.

Esto pone en riesgo de expulsión a miles de cubanos, considerando que bajo la administración de Biden ingresó legalmente más de medio millón desde la Isla, algo que USCIS y el propio Trump han calificado como “un abuso” y una “laguna legal” que debe resolverse con la colecta y expulsión de quienes llegaron en busca de un mejor futuro.