El cubano Iván Leyva, residente en Camagüey, compartió este lunes la triste historia de un padre en la Isla quien perdió a su hijo por causa de un fatal accidente de tránsito, el pasado mes de agosto, y no pudo ver la justicia aplicada al caso.
“Crimen sin justicia”, escribió Leyva en Facebook.
Los hechos tuvieron lugar el 29 de agosto del presente año, en Senado, municipio camagüeyano de Minas, cuando el conductor de un automóvil -en completo estado de ebriedad y ante la presencia de las autoridades- chocó contra un estudiante del instituto preuniversitario, quien andaba en bicicleta a 75 centímetros de la acera.
Al parecer, el chofer arrastró a la víctima durante casi 30 metros y siguió su camino. Tras percatarse de lo sucedido, el responsable regresó y encontró al adolescente agonizando. El joven falleció a los 15 minutos.
“Los familiares al llegar de inmediato al hospital, encontraron el cadáver en una camilla acompañado por los compañeros de estudio que andaban con él pero sin ninguna presencia gubernamental”, narró Leyva.
Tras la llegada del carro fúnebre, los allegados de la víctima arribaron a la morgue de Camagüey cerca de las 4:30 a.m (hora local). Ahí, lo colocaron en un cuarto y notificaron a los presentes que debían esperar por la Guardia Operativa. Sin embargo, casi 4 horas después no había indicios de ningún oficial.
“Fui al puesto de mando del hospital donde llamaron a la policía provincial, y respondieron que no le habían avisado del municipio”, detalló, por su parte, el padre de la víctima.
“A las 9 y 40 a.m llegó una patrulla con tres policías preguntándome que pasaba. Les respondí que los que tenían que decirme qué había pasado eran ellos (…) Hacía más de 5 hora que estaba en ese lugar con el niño muerto esperando por la policía y no llegaban”.
Sin embargo, elementos de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), amenazaron al padre con detenerlo por “hablar mal del sistema” y así, no poder velar a su hijo.
“Le respondí que podía darme un tiro y matarme, que la verdad la iba a decir donde quiera”, agregó.
Finalmente, el estudiante fue velado alrededor de las 11:15 a.m y solo dos días después, el chofer, responsable por la muerte del joven, salió de prisión con una fianza de dos mil pesos.
“Lucharé por la injusticia hasta que muera”, sentenció el padre.
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