Pánfilo compara apagones en Cuba con el de España: “Allá es el caos”
Mostró la diferencia entre países acostumbrados a servicios de calidad y los cubanos, que encaran la crisis energética con resignación
El reciente apagón que afectó a España y partes de Europa el 28 de abril ha provocado una ola de comentarios sarcásticos entre los cubanos, quienes enfrentan cortes eléctricos con tal frecuencia que los toman con humor.
En redes sociales, la noticia fue recibida con memes y bromas, y entre las más destacadas estuvo la del comediante cubano Luis Silva, a través de su personaje Pánfilo.
En una parodia de llamada telefónica con su inseparable amigo Chequera, Pánfilo reflexiona sobre el evento europeo desde su cotidianidad en Cuba.
“Chequera se cayó el sistema electroenergético de España y sus alrededores. Dicen que una pila de termoeléctricas. Dicen que la primera que se fue es la termoeléctrica esta Miguel de Cervantes y Saavedra que esa viene siendo como la Guiteras en Cuba”, comenta el personaje en tono irónico.
Silva continúa el sketch aludiendo al reportero oficialista Bernardo Espinosa, conocido por cubrir temas energéticos en la isla.
“No, pero ya está llegando a Madrid Bernardo Espinosa, ya lo mandaron pa’ allá. ¿Qué periodista tiene más experiencia que ese hombre para hablar de esos temas? Puede dar un posgrado de eso muchacho”,
El comediante subraya la diferencia en las reacciones sociales ante un apagón cuando ocurre en un lugar como Europa, donde no son usuales ni duraderos, en comparación con Cuba
“Esa gente están molestos allá en España porque llevan seis horas sin luz, dime algo. Decirnos a nosotros seis horas sin luz”, ironizó.
“Los elevadores apagados, la gente atrapada en los elevadores, los semáforos sin luz, los trenes detenidos. Un apagón del lado de allá es el caos. Seis horas se va la luz en Cuba y qué es lo más grave que pasa, un pepino de agua descongelado”, agregó.
El comediante mostró con humor la diferencia que hay entre países acostumbrados a tener servicios de calidad y los cubanos, que encaran la crisis energética con resignación.
Mientras que seis horas es el mínimo de tiempo que los cubanos pasan al día sin electricidad, no protestan, pero observan con escepticismo cómo un apagón de unas pocas horas genera alarma en otras partes del mundo.
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