El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés) anunció este lunes 28 de septiembre la formación de un área de bajas presiones al Sur de Cuba, la cual tiene posibilidades de desarrollarse a lo largo de la semana en curso.
“Se espera que se forme una amplia zona de baja presión sobre el oeste Mar Caribe en unos días. Algún desarrollo gradual de la perturbación será posible a partir de entonces mientras el sistema se mueve lentamente hacia el oeste-noroeste sobre el noroeste del Mar Caribe”, precisó la entidad.
Asimismo indicaron que las probabilidades de formación en las próximas 48 horas son escasas, por lo que se espera que a partir del miércoles, el sistema muestre algún desarrollo.
Según los pronósticos del NHC, la perturbación tendría un 30% de posibilidades de convertirse en un ciclón tropical, dependiendo del movimiento y las condiciones que encuentre el sistema.
Por su parte, el Instituto de Meteorología de Cuba (INSMET) advierte en su pronóstico ampliado sobre posibles chubascos, que podrían intensificarse a partir del jueves en todo el territorio nacional, sin embargo no precisan si las lluvias están asociadas al surgimiento de la zona de bajas presiones.
“En el área del océano Atlántico, mar Caribe y golfo de México, no se espera desarrollo ciclónico tropical en las próximas 12 a 24 horas”, aseguró INSMET en su página oficial.
El pasado mes de junio, el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil y el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) una serie de pautas por el inicio de la temporada ciclónica en medio de la crisis sanitaria desatada por el coronavirus.
De acuerdo con reportes de la Agencia Cubana de Noticias (ACN), las instrucciones para reducir riesgos durante estos próximos meses ante cualquier evento meteorológico fueron recogidas en un documento suscrito por el jefe de la Defensa Civil cubana, el General de División Ramón Pardo, y por el titular del MINSAP, José Ángel Portal.
En el texto se detallan las medidas sanitarias que deberán ponerse en práctica en los centros de evacuación, destinados a personas que residan en hogares en peligro de derrumbe o posibles áreas de inundación.
También se hace énfasis en el aseguramiento de los servicios vitales y de salud. Por ejemplo, las pesquisas activas, la atención de grupos vulnerables y el establecimiento de un local destinado al aislamiento de personas con enfermedades contagiosas.
Por último, se exhorta a mantener las normas de protección y el distanciamiento social en los espacios comunes, el empleo obligatorio de nasobucos y de sustancias desinfectantes, así como el control del acceso.
