El Ministerio Fiscal de Estados Unidos decidió no recurrir la sentencia de asilo político a Yunier García Duarte, joven cubano que arribó el pasado mes de agosto al Aeropuerto Internacional de Miami (MIA, por sus siglas en inglés), en la barriga de un avión procedente de La Habana.
Por tanto, el polizón de 26 años en menos de un año será elegible para solicitar la residencia permanente en suelo norteamericano.
“Lo que quiere decir que, en 10 meses, mi cliente puede solicitar la residencia permanente en el país y yo diría que en 18 meses será residente legalizado en Estados Unidos”, aseguró su abogado Willy Allen, en una reciente entrevista concedida a Radio TV Martí.
“Me siento realmente muy feliz desde el momento que recibí la noticia de que había vencido el plazo, que el fiscal no iba a apelar y que me quedaría en Estados Unidos”, declaró desde Atlanta, Georgia, García Duarte.
“Me encanta esta ciudad, muy bonita y tranquila, las personas son muy educadas y eso realmente me ha impactado mucho”, comentó el joven quien dice no perder tiempo ya que pronto comenzará un curso de técnico en refrigeración, mientras estudia inglés. “Ya he aprendido algunas cosas”.
García llegó a Miami, Florida, escondido en la bodega de un avión el 16 de agosto. Tras su arribo, fue enviado al Centro de Detención de Krome, donde permaneció casi 5 semanas. Un mes después, el 24 de septiembre, un juez de inmigración le otorgó asilo, luego de reconocer que tenía razones evidentes para temer represalias políticas en caso de ser devuelto a Cuba.
Ahora, como asilado político, García tiene derecho a una ayuda económica, asistencia médica temporal gratuita, cursos de capacitación y el reclamo inmediato de familiares.
“Él no ha solicitado ninguno de esos beneficios. No le ha hecho falta. Puede reclamar a su hija menor de edad, no así a la madre de la menor, porque no estaba casado legalmente. Lo más importante es que será un orgullo para nuestra comunidad porque estoy seguro de que sabrá comportarse y progresar en Estados Unidos”, sentenció Allen.
