La nueva línea de ropa de Índigo -o al menos inspirada en ella- la hija de Evaluna Montaner y Camilo Echeverry, podría no ser el éxito que se había augurado.
Al parecer, las especificaciones de la confección de las prendas las han vuelto “pretenciosas” e inaccesibles a los ojos de los consumidores que, a pesar del cariño que le guardan al nuevo bebé, no quieren tener que ver con su nueva marca.
Marlene Rodríguez, esposa del cantante venezolano Ricardo Montaner y abuela de Índigo, había anunciado la víspera del nacimiento de su nieta el lanzamiento de una línea de ropa de bebé.
La abuela, extasiada por la llegada de su primera nieta, exploró su faceta de empresaria para lanzar una marca de ropa del color del nombre del bebé, que anunció en sus redes sociales, usando a la propia Índigo como modelo.
“Esta ropita es amor que compartimos con ustedes”, escribió en su perfil, con fotos de las prendas y de los piececitos de la hija de Evaluna, en una de las fotografías.
Sin embargo, fans y seguidores de la familia Montaner criticaron el emprendimiento, que consideran como una excusa para generar dinero con precios exagerados.
Según el sitio web de la marca española El hilo rojo Atelier, encargada de la colección, la ropa está hecha “artesanalmente” en España, con algodón stretch o lino crudo. Además, “todas son teñidas de manera natural y cada prenda es única”.
Estas características de confección han causado que los vestidos expuestos se encarezcan a un nivel desproporcionado, con la mayoría de las prendas sobrepasando los 100 dólares, algo irracional para una marca desconocida y ropa de algodón.
Por esto, varios internautas no se han detenido a la hora de criticar a Marlene por lo que han considerado un “negocio abusivo”.
“¿Es en serio? Por favor, qué precios más irracionales”, escribió una usuaria.
“Imagínate, un vestido vale el equivalente al 78 % de un salario mínimo en Colombia”, añadió otro.
“Este vestido cuesta más de 160 dólares, incluso teniendo el dinero, no lo vale, miren esa ropa sencilla, de verdad no vale tanto”, añadió un tercer comentario.
“Por ese precio mejor le compro un Gucci o un Guess, o alguna marca que sí valga la pena”, agregó uno más.
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Pero los mensajes negativos no se enfocaron únicamente en el precio, sino que además ponen en duda la calidad de la ropa, pues con un método de elaboración tan rústico, observan que el acabado no luce tan pulcro como debiese.
“No compraría algo así, se ve sucio”, escribió un internauta.
“Tal vez sea algo de mucho estilo, pero parece sucio. Yo si tuviera el dinero, no pagaría por algo así, perdón”, escribió otro.
De momento Marlen Rodríguez no se ha pronunciado sobre las críticas, y se desconoce si esto la llevará a modificar los elevados precios de su sencilla línea de ropa.
