Preocupación por brote de tuberculosis en cárcel de Bayamo
Las denuncias señalan que los médicos no cuentan con los insumos necesarios para lidiar con la enfermedad, por lo que la salud de los presos peligra
Un brote de tuberculosis en la prisión provincial Las Mangas, ubicada en Bayamo, Granma, ha causado gran preocupación entre los reclusos, quienes denuncian falta de atención médica e insumos para lidiar con la situación.
Según declaraciones del preso político y activista de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), Julio César Vega Santiesteban, la situación se agrava a diario, con la aparición de nuevos casos.
En una conversación con Martí Noticias el pasado fin de semana, Vega Santiesteban comentó que la situación estaba empeorando conforme pasaban los días.
“Está aumentando el problema de la tuberculosis por acá y entonces están saliendo casos positivos”, indicó.
El activista describió cómo los médicos de la prisión, ante el aumento de casos, han comenzado a usar mascarillas y batas de protección, “como si fuera COVID”.
“Andan para arriba y para abajo con las batas verdes y las caretas esas que se ponen y los guardias con nasobucos”, señaló, mostrando su preocupación por la falta de medidas de protección adecuadas.
“¿Cómo nos vamos a cuidar y a proteger nosotros si ellos no lo están haciendo?”, lamentó el preso político.
Vega expresó que la situación sanitaria en el penal es alarmante, pues todo pintaba a que se trataba de un problema que iba a traer consecuencias delicadas para los prisioneros
“No hay medicamentos de ningún tipo por acá, de ningún tipo”, añadió el hombre, señalando además que, a pesar de ser hipertenso, lleva más de dos meses sin recibir el tratamiento adecuado para su presión arterial.
Denuncias sobre la falta de atención médica en otras cárceles cubanas
Según el medio de prensa, muchos otros presos han denunciado situaciones similares en diferentes prisiones del país.
Ariel Eugenio Arzuága Peña, desde la misma cárcel Las Mangas, señaló que no recibe atención médica para su salud, a pesar de sufrir de diversas dolencias.
“No me prestan ningún tipo de atención médica, de nada, ni para la presión, ni para la columna, ni para la próstata, estoy seco, casi no puedo ni dormir”, declaró el preso.
El activista responsabilizó directamente a la policía de la prisión por lo que pudiera sucederle debido a la desatención médica.
Por su parte, José Ramón Solano Rendiche, prisionero condenado por los sucesos del 11J, denunció las deplorables condiciones en la prisión de Confianza. Según Solano, las condiciones de vida son extremadamente malas y los reclusos enfrentan una grave falta de medicamentos.
“Aquí hay más problemas que en la calle, sin medicamentos, sin una doctora allá arriba que te atienda”, relató Solano, quien padece de varios problemas de salud, incluyendo hipertensión y hernias.
La situación que se denuncia desde las prisiones de la Isla deja en evidencia que las autoridades castristas tienen otras prioridades y no les importa arriesgar la salud de los prisioneros, muchos de los cuales se encuentran sirviendo sentencia por motivos políticos.