ESTADOS UNIDOS

Propuesta de estímulo económico demócrata: Pagos directos y $600 semanales por desempleo

Con el objetivo de terminar de activar la economía estadounidense, los demócratas en la Cámara de Representantes de Estados Unidos dieron a conocer a la noche  del lunes su nuevo plan de estímulo adicional por valor de 2,2 billones de dólares.

Como ya incorporó el acuerdo bipartidista alcanzado a finales de marzo, el paquete de estímulo aupado por los demócratas en el Congreso concede otra ronda de cheques directos a los estadounidenses de 1.200 dólares por contribuyente y 500 dólares adicionales por persona dependiente.

También extienden los 600 dólares semanales adicionales en subsidios por desempleo que expiraron a finales de julio.

Es probable que la propuesta enfrente la oposición de los republicanos en el Senado si llega a ser aprobada por el Congreso, donde los demócratas son mayoría.

El proyecto de ley

El proyecto de ley incluye dinero para restaurantes (120.000 millones de dólares), aerolíneas, centros educativos y de cuidado infantil (225.000 millones de dólares) y centros de entretenimiento, como los teatros, afectados por la pandemia, así como fondos para el Servicio Postal (15.000 millones de dólares), que según los demócratas son cruciales antes de las elecciones del próximo 3 de noviembre.

La nueva propuesta, que podría votarse esta semana en la Cámara de Representantes, amplia el Programa de Protección de Nóminas (PPP, por sus siglas en inglés), que cesó el pasado 8 de agosto, dejando más de 130.000 millones de dólares en fondos sin distribuir.

El proyecto de ley destina 28.000 millones de dólares para una potencial vacuna, de los cuales 20.000 millones se centrarán en su compra, 7.000 millones de dólares a su distribución y los 1.000 millones de dólares restantes a una campaña de concienciación pública.

En la carta que acompañó al proyecto, la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, dejó claro que los demócratas están cumpliendo con su promesa de comprometerse con un proyecto de ley actualizado, “que es necesario para abordar la crisis económica y de salud que enfrentan en estos momentos las familias trabajadoras de EEUU”.

La nueva iniciativa es sustancialmente menor al proyecto de ley de 3,4 billones de dólares que el Congreso ya aprobó en mayo pero no consiguió prosperar en la Cámara Alta. Ahora se busca encontrar un punto medio con la Casa Blanca y los republicanos.

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