Emilio y Gloria Estefan, además de ser una de las parejas más influyentes dentro de la música hispana, han demostrado ser unos muy exitosos casamenteros. Así lo hizo saber la cantante Thalía, en una reciente emisión de la serie documental de Facebook Watchs, “Latin Music Queens”.
Resulta que los cubanos, ganadores de casi una veintena de Premios Grammy, fueron los responsables de presentar a la estrella mexicana y a su actual esposo, el empresario Daniel Thomas “Tommy” Mottola
“A Tomás Mottola lo conocí en la ciudad de Nueva York en una cita a ciegas de Gloria y Emilio Estefan, imaginen eso (…) lo conocí en 1998”, reveló Thalía.
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Momentos después, el mismísimo Emilio Estefan apareció en una entrevista donde confirmó la historia de la multifacética artista mexicana.
Según explicó el cubano, él sentía que ellos estaban destinados a estar juntos y su visión no pudo haber sido más acertada. La pareja se casó en 2000 en la Catedral de San Patricio, en Nueva York, y siete años después, le dio la bienvenida a su hija Sabrina Sakaë Mottola Sodi. Matthew Alejandro Mottola Sodi, el segundo para la dupla y el quinto para Mottola, nació en 2011.
“Creo mucho en el destino y le dije a Tommy: ‘tienes que conocer a esta chica’. Le dije a Thalía: ‘tienes que conocer a este tipo’. Son dos personas las que son tan importantes en mi vida porque compartimos tantos momentos increíbles y son mi familia”, narró Estefan.
Latin Music Queens
Junto a su paisana Sofía Reyes y la colombiana Farina, Thalía lanzó el pasado 24 de septiembre “Latin Music Queens”. En la serie la tres artistas discuten sus vidas, carreras artísticas y sus diferentes experiencias dentro de la industria.
En uno de los últimos episodios, Thalía compartió uno de los momentos más incómodos de su carrera: cuando un fotógrafo quiso explotar su identidad latina, lo que resultó en su salida de la sesión.
“Por alguna razón, si eres un cantante latino, siempre necesitas tener trompetas o bongos. Es como un estereotipo tan grande (…) Me acuerdo de una sesión fotográfica y el fotógrafo era estadounidense. Él vino y me entregó dos maracas. Me dijo: ‘¡Eso! ¡Eso! ¡Eso! ¡Así, dámelo! ¡Dámelo! ¡Tamal caliente! ¡Tamal caliente!”, recordó.
“Ahora, lo lamento porque no dije: ‘Empaca todo, nos vamos de aquí’. Sentí que no era yo, no era lo que quería dar al público. Por eso siempre controlo todo lo que hago, mi trabajo, mi música, mi negocio”.
