En la actualidad es muy frecuente encontrar personas que, por mantenerse ocupadas la mayor parte del día, se les vuelve casi obligatorio, llegar a casa y cenar para luego acostarse rápidamente.
Esta práctica, que para muchos suele ser normal, no es necesariamente la más sana, puesto que puede provocar un sinnúmero de efectos indeseables en nuestro organismo. A continuación, te mostraremos algunos de ellos:
- Estrés
Según varios expertos, comer en horario nocturno produce en el cuerpo un “estado de alerta”, en el que se estimula la producción de gran cantidad de hormonas del estrés, como la adrenalina, y donde se alteran los ritmos del corazón.
Dentro de las más fervientes defensoras del tema, se encuentra la doctora Ebru Ozpelit, profesora de la Universidad de Dokuz Eylul, Turquía, quien mostró una investigación que demostraba que la vida que se está llevando en la actualidad, promueve los “hábitos alimenticios erráticos”, tales como saltarse el desayuno y comer cada vez más tarde.
“Comer desayuno es importante, debemos tener un desayuno fuerte, y no saltarlos el almuerzo. Debemos tomar una pequeña cena, y esta no debe ser después de las 7 de la noche”, afirmó.
- Reflujo
Este trastorno provoca que los contenidos estomacales retrocedan del estómago hacia el esófago, causando en la mayoría de los casos algunos síntomas como: irritación en el esófago y acidez gástrica, náusea, indigestión, y en determinadas situaciones, puede inducir al cáncer de esófago.
Lo anterior fue advertido por Sandra Hirsch, experta en nutrición humana del Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos de la Universidad de Chile, como otro de los problemas que provoca comer de noche.
De igual forma, la doctora Hirsch, aconseja a las personas que ya experimentan este tipo de situación, que no ingieran antes de ir a la cama, alimentos que retarden el vaciamiento gástrico.
Además de todas las complicaciones que hemos visto hasta ahora, existen muchas otras muy conocidas y que también guardan estrecha relación con este hábito, como lo es la obesidad.
Por tal motivo, debemos tener sumo cuidado con el horario en que tomamos nuestra cena, así como los alimentos que conforman la misma.
