Régimen lanza feria alimentaria en Granma en plena crisis de escasez
Tras manifestaciones, se organizó de manera urgente la distribución de alimentos donados, como arroz y pastas, en porciones limitadas
En respuesta a las recientes protestas en Bayamo y otras localidades por apagones prolongados y escasez de productos básicos, el gobierno cubano puso en marcha ferias alimentarias en distintos municipios de la provincia de Granma, incluida Pilón.
La iniciativa fue difundida en redes sociales por Dayamis Silva Lara, funcionaria del Partido Comunista de Cuba (PCC), quien compartió imágenes de los estands montados con productos agropecuarios como maíz, bajo el lema de una “feria de sábado al alcance de todos”.
La realización de estas ferias forma parte de una estrategia que ya ha sido utilizada en provincias como Santiago de Cuba, donde, tras manifestaciones recientes, se organizó de manera urgente la distribución de alimentos donados, como arroz y pastas, en porciones limitadas. En aquella ocasión, se asignó un kilo por persona correspondiente a la cuota de marzo.
La respuesta gubernamental fue presentada en medios oficialistas como un logro logístico, sin aludir directamente a los reclamos que originaron estas acciones.
Las protestas más recientes ocurrieron la madrugada del 24 de mayo en Bayamo y Cienfuegos. En Bayamo, residentes del reparto La Bayamesa denunciaron más de 36 horas consecutivas sin servicio eléctrico.
Videos compartidos en redes sociales muestran a manifestantes marchando con linternas, lanzando consignas y enfrentando a unidades represivas, entre ellas boinas negras con perros.
En Cienfuegos, los incidentes se centraron en el Parque Martí, donde también se reportaron disturbios.
Aunque algunas publicaciones fueron puestas en duda, varios testigos confirmaron los hechos y expresaron su preocupación por la situación.
Estas manifestaciones se suman a una serie de movilizaciones que se han extendido por varias ciudades del oriente cubano, incluyendo Santiago de Cuba y Holguín.
En esas protestas se han escuchado gritos como “¡Queremos comida!” y “¡Abajo la dictadura!”.
Las ferias de alimentos implementadas tras estas protestas ofrecen un alivio momentáneo, pero no resuelven los problemas estructurales: una economía en crisis, baja producción agrícola y dependencia de ayudas externas y medidas de emergencia.