El pasado tres de agosto fue encontrado el cadáver del cubano Reinier Sánchez, quien fue descuartizado y desmembrado por sus jefes, en la ribera del río Perquilauquénen Chile, por lo que la prensa local reveló más detalles de los hechos.
De acuerdo con los allegados del dentista cubano en Chile, el joven era tratado como un “esclavo” e incluso pretendía denunciar a su jefe cuando fue asesinado.
Reinier llegó a Chile en 2016, buscando nuevas oportunidades que en su Cuba natal no tenía. Tras su llegada, Victoria Parra le arrendó una pequeña pieza en Batuco, y cuando se instaló forjó rápidamente una férrea amistad con la familia que lo acogió.
“Era un chico muy respetuoso, educado, él es mi hijo de corazón”, reveló Victoria.
Su situación irregular le impidió ejercer por completo su profesión de odontólogo, por lo que tuvo que realizar diferentes trabajos.
“Trabajó en la construcción. Después por intermedio de amistades de él lo contactaron con este señor (Rolando Villagrán) de la clínica esa”, añadió Victoria.
A inicios de 2018 comenzó a trabajar con Rolando Villagrán, el presunto asesino, pero al poco tiempo comenzó a recibir malos tratos, además de las malas prácticas de su jefe.
“Reinier se dio cuenta del consumo excesivo de drogas de parte de ellos”, indica Victoria.
Rolando Villagrán, dueño de la clínica y presunto dentista, nunca fue tal. Usurpó el nombre de su hijo odontólogo para ejercer ilegalmente la profesión.
Todas estas irregularidades, sumadas al presunto romance de Reinier con la pareja de Villagrán habrían detonado su muerte.
Claudia Fernández, quien se atendió con el odontólogo cubano, indicó que Villagrán supuestamente le tenía sus papeles, es decir el pasaporte y todo lo necesario para estar legal en Chile, por eso no podía abandonar el lugar.
Sobre su presunto romance con Clara González, explicó: “No sé qué habrá gatillado en él que haya tenido un desliz con ella, pero cuando él me habló de ella, no la podía ni ver”.
Mediante pruebas científicas la Fiscalía llegó a la convicción de que Rolando y Clara, por alguna razón que se investiga, planearon el homicidio de Reinier, lo desmembraron y sus restos depositados en bolsas fueron arrojados al río Perquilauquén, a 400 kilómetros de Lampa, en la región de Ñuble.
