Rompe el silencio uno de los funerarios que posó junto al cuerpo de Maradona
Las imágenes donde se pueden ver a tres funebreros posando con el cajón abierto del astro del fútbol argentino, Diego Armando Maradona, se viralizaron este jueves y provocaron un rechazo generalizado.
Tras la polémica desatada por las fotografías, Sepelios Pinier —empresa a cargo de los servicios fúnebres llevados a cabo en la Casa Rosada— confirmó que los tres sujetos efectivamente eran empleados tercerizados. A la par, aclaró que los trabajadores ya han sido despedidos. Uno de los responsables, Claudio Fernández, pidió perdón a la familia Maradona y dijo que el “diez” era su ídolo y que “no fue su intención” sacarse una foto junto al cadáver.
“Estábamos acomodando antes de llevarlo, y mi hijo [Ismael, de 18 años], como todo pibe, levantó el pulgar y sacaron la foto. Pido respeto y perdón a todos”, declaró.
Asimismo, Diego Molina, otro de los perpetradores, también fue expulsado del club Argentinos Juniors.
“Mirá que hice servicio al papá de Maradona, al cuñado. Estuve con Maradona en vida cerca, no lo hice (sacarse una foto) en vida siendo mi ídolo, no lo voy a hacer de fallecido. No fue mi intención. Sé que mucha gente se ha ofendido, lo han tomado mal, sé que molestó”, se le escucha decir en un audio difundido por Radio 10.
Reacción a las imágenes
En el largo listado de personas que condenaron la actuación de Molina se encuentra el propio abogado de Maradona, Matías Morla, quien subió a su cuenta de Twitter una imagen del hombre y lo catalogó de “canalla”. “Por la memoria de mí amigo no voy a descansar hasta que pague por semejante aberración”, advirtió el letrado.
“Ellos no son empleados nuestros. Nosotros somos tres hermanos. A ellos los contratamos para llevar la capilla, son una empresa de ambulancias o unidades de traslado. Nosotros tercerizamos a veces ese servicio”, dijo al diario La Nación, Matías Picón, uno de los empresarios que dirige Pinier.
A la par, la primera esposa de Maradona, Claudia Villafañe, explotó tras enterarse de la viralización de las imágenes.
“La llamé porque es lo que corresponde. Ella estaba muy enojada, me dijo que esto nunca tendría que haber pasado, que es la foto que no querían”, relató Picón. “Ella estaba furiosa pero me ordenó terminar con el servicio tal como estaba previsto: buscar el cuerpo a las 16 y trasladarlo al cementerio de Bella Vista”.