Desde su regreso a la Isla, el ex espía y actual vicepresidente de la Sociedad Cultural José Martí, René González Sehwerert, se ha mostrado como un cubano de a pie. Sin embargo, esta fachada fue ensuciada luego de que saliera a la luz una conexión entre el “Héroe de la Revolución” y el empresario Giraldo Castillo.
Si bien el antiguo miembro de la Red Avispa ha asegurado que tanto él como su familia llevan una vida sin lujos en Cuba, la realidad pudiera ser otra.
En reciente diálogo con la redacción de Periódico Cubano, una fuente —quien pidió permanecer en el anonimato— explicó que González ha frecuentado en múltiples ocasiones el bar-restaurante privado Café Kristal, propiedad de Castillo y ubicado en el capitalino municipio del Cotorro.
El empresario, que a diferencia de otros cuentapropista goza de ciertas libertades en la Isla, tiene además otros centros de entretenimiento nocturno en La Habana. La mayoría, según explica la citada fuente, son visitados por representantes del Gobierno de Miguel Díaz-Canel. Lo cierto es que la cerveza marca Cristal, producto desaparecido desde hace meses en los comercios, nunca falta en ninguno de los locales administrados por Castillo.
En imágenes enviadas a Periódico Cubano, se puede apreciar a Liván Hernandez Sehwerert —hermano de René— posando frente a múltiples cajas de cerveza en un alarde de tener su negocio abastecido. Vale aclarar que Liván es íntimo amigo de Giraldo.
En sus redes sociales, Castillo, quien también es manager en una división de carga de Lan Cargo, ha publicado varias fotografías junto a René, Livan y algunos miembros de su núcleo familiar.
La historia de René González
González Sehwerert nació en el seno de una familia cubana establecida en Estados Unidos. Su padre, Cándido era trabajador siderúrgico mientras que su madre, Irma Teodora se dedicaba a los quehaceres domésticos. El 2 de octubre de 1961 sus padres, quienes desde el exilio habían cooperado con el Movimiento Revolucionario 26 de Julio, deciden regresar y establecerse definitivamente en la Isla.
Por tener ciudadanía estadounidense René fue captado por la Seguridad del Estado para ejercer de espía en la nación norteamericana. Para ello, a mediados de la década de los 90 simuló el robo de un avión en Cuba y voló hasta Miami.
Olga Salanueva Arango, su esposa, viajó a Miami, Florida, en enero de 1997 junto a su hija mayor Irma para reunirse con su cónyuge. Un año después, nacería en territorio estadounidense la más pequeña de la familia, Ivette. El presunto desertor fue encarcelado por agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), bajo los cargos de “espionaje”.
Tras su liberación, y a diferencia de sus otros compañeros de la Red Avispa, René no ha ocupado un cargo oficial en el gobierno cubano.
