Taylor Swift quisiera ser directora de cine pero se lo ha impedido el ‘síndrome’ del impostor
La cantante estadounidense Taylor Swift es una de las más exitosas e influyentes de su generación, considerada una de las principales estrellas pop del nuevo milenio.
Con 11 premios Grammy, un total de 42 nominaciones, y más de 50 millones de discos vendidos, Swift es, sin duda, una de las principales artistas en el mundo, sin embargo, aunque está feliz con su vida y sus logros, hay otro sueño que la intérprete de “Blank Space” quisiera cumplir.
Durante su asistencia al Festival Internacional de Cine de Tribeca, celebrado estos días en Nueva York, Taylor declaró que le gustaría ser directora de cine.
Según expresó, todo su éxito no la libra de padecer inseguridades como cualquier ser humano, y quizá un poco más, pues describió su impedimento para dirigir como “síndrome del impostor”.
“Creo que tenía el síndrome del impostor en mi cabeza diciendo: ‘No, tú no haces eso. Eso lo hacen otras personas que estudiaron para esto’”, confesó, citada por el diario El País.
Swift ya ha tenido acercamientos con la cinematografía. En los últimos 10 años, ha asesorado y opinado en la dirección de todos sus videos musicales.
“Siempre fui muy curiosa. Siempre estaba buscando, aprendiendo y tratando de absorber todo lo que pudiera. Al principio de mi carrera, empecé a editar los vídeos musicales y a hacer cambios”, explicó.
Pero su experiencia va más allá, pues la también compositora no solo ha trabajado junto a los realizadores, sino que ella misma ha dirigido dos de sus propios videos musicales.
En 2019, Taylor encabezó el rodaje de The Man casi por accidente, pues por problemas de agenda no consiguió a ninguna de las directoras que tenía en mente, así que decidió hacer el trabajo ella misma, y terminó ganando un MTV Video Music Award a la Mejor Dirección.
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Este año, también dirigió el videoclip de la versión extendida de su tema All Too Well, un cortometraje de 13 minutos protagonizado por Sadie Sink, estrella de la serie Stranger Things.
Swift lleva años trabajando sus inseguridades, y aunque aún desconfía de los excelentes resultados que ha obtenido y todavía no se quiere referir a sí misma como ‘directora’, lucha contra ello y expresó su deseo de lanzarse a retos más grandes, como ingresar al mundo del cine.
“Sería fantástico escribir y dirigir un largometraje. No lo veo más grande en términos de escala. Me encantó hacer una película tan íntima con un equipo relativamente pequeño, solo un grupo de personas en las que confiaba”, indicó, refiriéndose a All Too Well: The Short Film.
¿Qué es el síndrome del impostor?
El síndrome del impostor, a veces llamado fenómeno del impostor, es un fenómeno psicológico en el que la gente demerita sus propios logros, pues se siente incapaz de haberlos realizado.
No es una enfermedad mental oficialmente reconocida, y no se encuentra entre las condiciones descritas en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, pues se ha referido más como una combinación de baja autoestima y presión del entorno social de quien lo ‘padece’.
La persona que enfrenta estos casos, tiene problemas para apreciar sus logros (que atribuye a accidentes, suerte, o a la ‘malinterpretación’ de otros que según ellos les dan más crédito del que merecen), y sufre un miedo persistente a ser descubierto como un fraude.
El término fue acuñado por las psicólogas clínicas Pauline Clance y Suzanne Imes en 1978, y ha sido objeto de numerosos libros y artículos de psicólogos y educadores, que coinciden en que es más común en mujeres, que en hombres.
