Tragedia en Centro Habana: joven se lanza desde el edificio Roseland

Una joven de 22 años perdió la vida el pasado martes 27 de mayo tras lanzarse desde la azotea del edificio Roseland, situado en la intersección de Neptuno y Águila, en el municipio Centro Habana. El suceso ocurrió en horas del día y fue presenciado por múltiples vecinos y transeúntes.

El hecho fue reportado por la usuaria Glenda Rancaño en redes sociales, quien compartió imágenes del momento en que equipos de rescate intentaban persuadir a la joven. Bomberos acudieron rápidamente al lugar, pero sus esfuerzos resultaron infructuosos.

Tras el lamentable incidente, la zona fue acordonada por las autoridades para realizar el levantamiento del cuerpo y abrir la correspondiente investigación.

Silencio oficial y dolor colectivo

Hasta ahora, a varios días de lo ocurrido, las autoridades no han revelado la identidad de la fallecida ni las circunstancias que rodearon el suicidio. No se ha informado si dejó algún mensaje o si padecía de condiciones médicas o psicológicas previas que permitan comprender su decisión.

Mientras tanto, en redes sociales, ciudadanos expresaron su tristeza y su indignación. Una usuaria comentó que todo parecía deberse a la situación actual del país, pues la crisis económica que azota a la Isla desde hace años parece tener un peso muy grande para muchos de sus habitantes.

“Esto sí es culpa del gobierno, las personas llegamos a un punto de que debemos tener fuerza mental para no volvernos locos, pero no lo logran. Yo soy una madre que he estado a punto de quitarme la vida porque lucho y no me alcanza”.

Otro caso reciente en Camagüey

Este trágico suceso ocurre apenas unas semanas después de otro similar registrado en Camagüey. Lisneisi Pérez Barzaga, de 19 años, se arrojó desde el séptimo piso del edificio “18 Plantas” en el reparto Montecarlo. La joven era madre de un niño pequeño y su muerte ha dejado un profundo vacío en su comunidad.

La página de Facebook La Tijera fue la primera en informar sobre el caso, generando una oleada de mensajes de dolor. Amigos y familiares aún buscan respuestas, tratando de entender qué llevó a Lisneisi a tomar una decisión tan devastadora.

Con estos dos suicidios en menos de un mes, se reaviva el debate sobre las secuelas mentales que deja la profunda crisis económica y social en la población cubana. La escasez de alimentos, la inflación, la falta de oportunidades y el deterioro de la salud pública parecen empujar a muchos al límite.