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Un cubano fue condenado por tráfico de drogas y posesión de arma ilegal en EEUU

Un hombre de origen cubano fue condenado en Raytown, Missouri (EEUU) por los delitos de tráfico de drogas y posesión de armas de fuego.

El cubano fue identificado como Víctor Rodríguez Kessel, de 63 años, quien fue declarado culpable para distribuir cocaína y crack, intento de fabricación de crack, posesión de crack, cocaína y marihuana para distribución, además de poseer un arma de fuego de forma ilegal.

Por ello, tendrá que renunciar a su residencia ante el gobierno, según determinó el jurado, reporta el Departamento de Justicia.

El cubano quedó en la mira de las autoridades policiales, cuando el 18 de julio de 2017 un inspector postal federal determinó un paquete como sospechoso en el Centro de Procesamiento y Distribución Postal de Kansas City.

El envío había sido dirigido a la dirección del cubano pero con otro nombre. Su remitente, tampoco identificado, era de Tucson, Arizona. Un policía canino dio la alerta sobre la presencia de drogas ilegales dentro del paquete de 15 onzas.

Los oficiales entregaron el paquete en la residencia del cubano, donde tenía una pistola Glock de 10 mm cargada en la cintura y aseguró desconocer lo que tenía el paquete.

En él había al menos 274.23 gramos de cocaína en polvo. Al revisar su residencia encontraron también un revólver Smith & Wesson calibre 38 en el dormitorio; un bolso que contenía aproximadamente 156.89 gramos de cocaína en polvo; 5.36 gramos de crack en la sala de estar y el área de la cocina, y aproximadamente 304.74 gramos de marihuana.

Debajo del sofá de la sala de estar había una pistola semiautomática Ruger de 9 mm.

Además, se encontraron aproximadamente 5 mil dólares en una bolsa negra escondida detrás de la cabecera en el dormitorio principal y 75 mil dólares en un cobertizo en el patio trasero, un espacio donde cultivaría marihuana.

Ya el cubano tenía una condena por distribuir crack, cuatro por robo y dos por ocultar un arma de fuego.

Se enfrenta ahora a una sentencia mínima obligatoria de 10 años, sin opción de libertad condicional o inclusive hasta cadena perpetua.

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