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¡Vacaciones de infierno! de joven británica en Cuba

Luego de exponerse al sol por varias horas mientras buceaba, una turista británica que viajó a Cuba de vacaciones, sufrió varias quemaduras en su piel, hecho que dio a conocer en sus redes sociales y reportó el portal Daily Mail.

La joven, Maisie Squires, de 16 años de edad, compartió diversas imágenes en su Facebook, de las quemaduras que tuvo en su espalda, durante su estancia en la Isla, la semana pasada, esto a pesar de que usó protector solar, señaló.

Maisie comentó que permaneció alrededor de una hora en el mar, y mientras disfrutaba de la playa no se percató de que su espalda estaba “quemándose”.

De regreso a Reino Unido, cuando la joven tomó su vuelo, comenzó a sentir malestares mal por las ampollas de su piel.

En las imágenes compartidas por varios medios puede verse la espalda con ampollas amarillas y quemaduras visibles.

Su padre, Dean Squires, comentó a los medios que tuvieron que llevarla al hospital, donde le pusieron SudoCrem y “que dejara que siguiera su curso de forma natural”.

La publicación que muestra el estado de Maisie ha sido muy comentada, hasta hacer viral la situación en las redes sociales.

La última información sobre el caso es que Maisie había fue a A&E para recibir atención especializada.

“Las ampollas en mi espalda todavía están muy doloridas y todavía no puedo sentarme o acostarme de espaldas”, dijo.

Los especialistas en la salud han informado del peligro que existe en estos días la exposición del sol sin protección solar y por muchas horas.

Ellos indican que este tipo de quemaduras afectan a las primeras capas de la piel (son de primer grado) y se curan en pocos días. Pero si la exposición es más intensa, puede producirse daño en capas más profundas de la piel, llegando hasta la dermis. Se trata de quemaduras de segundo grado que pueden ir acompañadas de ampollas, edemas y dolor, entre otros, recomendable ir al médico, como fue este caso.

Las personas de piel más blanca son las más susceptibles de quemarse bajo el sol. El pigmento que hace que la piel se vuelva más oscura, la melanina, es el que además nos sirve para protegernos de las radiaciones ultravioleta. La producción de melanina se incrementa cuando nos ponemos al sol y por esa razón nos ponemos morenos. Aparte de la estética, la melanina absorbe las radiaciones UV y las convierte en calor. Sin ella, el sol causaría daños sobre los vasos más superficiales de la piel y sobre el propio ADN de las células.

Los daños por exponerse al sol tantas horas van desde el envejecimiento de la piel, el golpe de calor, insolación, deshidratación y el los casos más terribles está el cáncer de piel.

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