Un residente del barrio habanero Los Sitios narró la calamidad en la que se ha convertido comprar condones en la Isla. Un recorrido por 12 farmacias no es suficiente, pues el desabastecimiento cada día es más grave.
El hombre identificado como Vladimir dijo a Diario de Cuba que “no encontré condones en ninguna de las farmacias de esta zona, y las dependientas me dijeron que hace más de un mes no abastecían”, por lo que finalmente tuvo que acudir a quienes revenden los condones, a cinco o diez pesos cada uno, en las cercanías del Parque Fraternidad.
El habanero y su novia se encuentran en una situación muy difícil, ya que ella tuvo que retirarse el temporalmente el Dispositivo Intrauterino (DIU), por motivos de salud, y de momento no desean tener hijos.
Las estadísticas del estatal Centro Nacional de Promoción y Educación para la Salud (CNPES), indican que en la Isla se registraban 26.952 personas contagiadas con el VIH/Sida hasta el cierre de noviembre de este año, lo que representa un crecimiento de 1.500 contagios en comparación con 2018.
El déficit de condones en las redes de farmacias ha disparado las alarmas, fundamental entre adolescentes y jóvenes que, advierten los especialistas, constituyen los grupos etarios más vulnerables al contagio de las Enfermedades de Trasmisión Sexual (ETS).
El estudiante de Electrónica Ariel López comentó “además de la remesa, tuve que pedirle a mi tío que me mandara toda la cantidad de condones que pudiera. Se asombró de que en Cuba ni siquiera hay condones”.
Por su parte, su hermano mayor contrajo el VIH hace diez años y le inculcó tener siempre protección, sin importar si es una persona promiscua o no.
“No importa cuántos spots televisivos, ni cuántas campañas de promoción sobre las ETS se divulguen en los medios de comunicación; si no se abastecen de condones las farmacias, clubes y discotecas, no sirven de nada”, advirtió López.
Para Leydis Martínez, joven habanera de 18 años de edad, el déficit de condones en las farmacias es una grave despreocupación del Gobierno en cuanto afecta directamente a parejas estables donde la mujer, por diversas razones, no puede usar un DIU para evitar el embarazo.
“Los condones no solo son barrera de protección contra las ETS. Padezco de una anomalía estructural que distorsiona el útero y, hasta tanto no me corrija este trastorno, no debo usar un DIU. Mi pareja y yo no deseamos tener hijos por el momento, por tanto, decidimos usar condones en nuestras relaciones sexuales. Pero en los últimos tres meses hemos tenido discusiones porque no hay condones en la farmacia, y yo no quiero arriesgarme a un embarazo”, lamentó Martínez.
