El actor cubano William Levy compartió su experiencia durante su vida en Cuba, exponiendo la precaria situación económica y la represiva vida política del país.
De visita en el programa español El Hormiguero, el actor, que se mudó al país europeo hace unos meses, aprovechó el espacio para criticar al gobierno de la Isla.
“Si quieres estar en forma, vete a Cuba unos meses y vas a regresar flaquísimo”, bromeó Levy.
William comentó que obtuvieron el asilo político en Estados Unidos gracias a la persecución que enfrentaba su familia, y que fue hasta que estuvieron fuera de la Isla que percibieron lo limitada que es realmente la vida allá.
“Gracias a Dios, mi papá era preso político y EEUU nos dio asilo político. Logramos salir como refugiados de Cuba y emprender una vida llena de oportunidades, y perseguir el sueño que tenía, y luchar”, explicó.
La revelación de William Levy dejó impactados a sus fans, pues su llegada a EEUU había permanecido como una interrogante por años, ya que nunca había explicado como fue, y la teoría más aceptada es que había sido balsero.
El actor reveló que, lo peor de la pobreza de Cuba es que es una sentencia de por vida, pues sin importar el esfuerzo o el trabajo duro, no hay manera de escapar a ella debido a la falta de libertades económicas y oportunidades en un gobierno que controla cada aspecto de sus vidas.
“Lo que pasa en Cuba es que vives muchas carencias, pero lo más duro es que te quiten el regalo que Dios te da, que es la libertad. Entonces es un poco difícil vivir en un lugar donde sabes que te puedes esforzar y esforzar, y dar todo lo mejor de ti, y no avanzar. No tener un futuro”, sentenció.
Ante esto, el presentador del programa, Pablo Motos, cuestionó si en Cuba pasaba hambre, a lo que el protagonista de “Café con aroma de mujer” no dudó en hablar sobre el racionamiento estricto que enfrentan los ciudadanos.
“Uno pasa mucha hambre. Imagínate, te daban un pan al día por persona. No puedes comprar más pan. Un cuarto de pollo por persona al mes. Aunque tuvieras la posibilidad, no podías comprar más. Te la daban por raciones, porque todo el mundo tenía que ser igual. Eso es el comunismo”, afirmó.
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Sobre esto, habló también de la incredulidad con la que recibió su primer salario fuera de Cuba, pues aseguró que nadie normal en la Isla tiene tanto dinero.
“En mi primer trabajo me pagaron 1.250 dólares al día, durante tres días, y yo no me lo creía. Yo nunca había visto en mi vida 1.000 dólares juntos. Fue increíble”, declaró.
Levy dijo que una de las primeras cosas que hizo cuando llegó a EEUU fue comerse una manzana, algo que por muy común y asequible que parezca en América o Europa, puede ser imposible en Cuba.
“Allá no había manzana. En la ciudad no había nada del extranjero. Devoré toda la manzana que había”, explicó.
