La casa natal de Ernesto “Che” Guevara en Rosario, Argentina, que conserva parte de las posesiones del guerrillero, fue puesta a la venta el pasado jueves por su actual dueño, el empresario Francisco Farruggia, informó la agencia de noticias Efe.
“Uno va llegando a cierta edad y es mejor poner las cosas al día. No podemos dejar una cosa en un país y otra cosa en otro, pero la actual pandemia pudo haber acelerado esa decisión”, declaró el Farruggia, argentino quien desde hace unos años reside en Salvador, capital del estado brasileño de Bahía.
“Teníamos un gran proyecto cultural”, agregó.
Proyección inicial
De acuerdo con reportes del medio, el empresario —presidente del Instituto Campus Party— y su amigo, Manuel De la Rica Pascual, exdirector de Publicidad del diario español El País, compraron el inmueble en 2002 tras ver el anuncio.
Por aquel entonces, tenían la idea de iniciar un proyecto con el escritor y caricaturista argentino Roberto Fontanarrosa y la cantautora Mercedes Sosa. Sin embargo, la lamentable muerte de ambos en 2007 y 2009, respectivamente, no permitió que se concretara la iniciativa.
Edificio neoclasista de estilo francés
El apartamento, de 240 metros cuadrados, localizado en un edificio neoclasista de estilo francés de la céntrica esquina rosarina de Urquiza y Entre Ríos, fue proyectado por Alejandro Bustillo, considerado el mayor exponente de la arquitectura de la nación sudamericana. En los últimos casi 20 años, bajo la dirección de los dos propietarios, el inmueble se convirtió en una especia casa-museo con visitas coordinadas.
“Lo sabíamos desde el momento en que compramos el inmueble, pero lo que queríamos era tenerlo para preservarlo como memoria y por eso informamos siempre a los hijos cubanos del Che y al Gobierno de Cuba para que ellos participasen con ideas y proyectos», apuntó Farrugia.
Entre la lista de personas que han visitado el memorial se encuentra el expresidente de Uruguay José “Pepe” Mujica y el bioquímico argentino Alberto Granado, quien fuera compañero de viajes en motocicleta del Che por Suramérica.
“Sabemos que no le podemos exigir en un contrato a un nuevo propietario sobre cómo destinar el inmueble, pero tendremos en cuenta entre las ofertas de compra a quienes preserven la memoria histórica del apartamento”, concluyó.
