El ex papa Benedicto XVI no intervino contra cuatro sacerdotes acusados de abuso sexual infantil cuando era arzobispo de Munich, según afirma una investigación alemana.
Benedicto, quien renunció como líder de la iglesia católica romana mundial en 2013, ha negado los cargos, dijo un bufete de abogados encargado de investigar las denuncias históricas de abuso.
Martin Pusch, del bufete de abogados Westpfahl Spilker Wastl, dijo que Benedict -entonces Joseph Ratzinger- “fue informado de los hechos”, reseña The Guardian.
Y agregó: “Creemos que puede ser acusado de mala conducta en cuatro casos. Dos de estos casos se refieren a abusos cometidos durante su mandato y sancionados por el Estado. En ambos casos, los perpetradores permanecieron activos en el cuidado pastoral”.
Benedicto, cuya renuncia como Papa tomó al mundo por sorpresa, ha rechazado repetidamente las afirmaciones de que encubrió abusos a sabiendas. En una extensa carta publicada en 2013 después de su retiro, escribió: “En lo que respecta al abuso moral de menores por parte de sacerdotes, solo puedo, como saben, reconocerlo con profunda consternación. Pero nunca traté de encubrir estas cosas”.
En una conferencia de prensa en Munich para resumir los hallazgos de la investigación, Pusch dijo: “Durante el tiempo en el cargo [de Ratzinger] ocurrieron casos de abuso. En esos casos esos sacerdotes continuaron su trabajo sin sanciones. La iglesia no hizo nada”.
El letrado añadió que el ex Papa “afirma que desconocía ciertos hechos, aunque nosotros creemos que no es así, según lo que sabemos”.
Benedicto, que ahora tiene 94 años, fue Papa entre 2005 y 2013. Durante ese tiempo, se acumuló evidencia de abuso sexual generalizado de niños y personas vulnerables por parte de sacerdotes, lo que resultó en una crisis en la iglesia católica que ha repercutido durante el mandato del sucesor de Benedicto XVI, el Papa Francisco.
En uno de los casos examinados por Westpfahl Spilker Wastl, un sacerdote pedófilo ahora notorio, Peter Hullermann, fue trasladado a Munich desde Essen, en el oeste de Alemania, donde había sido acusado de abusar de un niño de 11 años. Fue reasignado a deberes pastorales a pesar de su historial.
En 1986, fue declarado culpable de abusar sexualmente de más niños y recibió una sentencia de prisión suspendida. Continuó trabajando con niños durante muchos años y su caso se considera un ejemplo pertinente del mal manejo de los abusos por parte de la iglesia.
Pusch dijo que Benedicto había mostrado inicialmente una «actitud defensiva» al responder a las preguntas para el informe. Sin embargo, más tarde dio una declaración escrita detallada.
También se descubrió que el cardenal Reinhard Marx, el actual arzobispo de Munich y Freising, no actuó en dos casos de sospecha de abuso.
En un comunicado, el Vaticano dijo que esperaría la publicación del informe completo de la firma de abogados antes de hacer más comentarios. “La Santa Sede considera que se debe prestar la debida atención al documento, cuyo contenido se desconoce en la actualidad. En los próximos días… la Santa Sede podrá darle un examen cuidadoso y detallado”, dijo.
“Al reiterar la vergüenza y el remordimiento por los abusos cometidos por clérigos contra menores, la Santa Sede expresa su cercanía a todas las víctimas y reafirma los esfuerzos realizados para proteger a los menores y garantizar entornos seguros para ellos”, agrega el comunicado.
Francisco ha tomado medidas para detener el abuso sexual y su encubrimiento dentro de la iglesia. En 2019, ordenó una cumbre de cuatro días de casi 200 líderes eclesiásticos más funcionarios y expertos del Vaticano para discutir formas de enfrentar la crisis. Al año siguiente, reafirmó su “compromiso de la iglesia para erradicar este mal”.
Un informe anterior sobre el abuso histórico en Alemania concluyó que más de 3600 personas en todo el país habían sido abusadas por miembros del clero entre 1946 y 2014. Muchas de las víctimas eran muy jóvenes y servían como monaguillos.
