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Ana de Armas celebra su cumpleaños en fiesta con miembros de la dictadura en La Habana

La actriz cubana Ana de Armas parece ya haber dejado clara su postura frente a la dictadura cubana, a la que apoya y con la que mantiene sendos lazos.

Y es que la actriz de 35 años celebró su cumpleaños este domingo 30 de abril en un antro de la ciudad de La Habana, acompañada, nada menos, que de varias figuras del régimen.

Pese a que se ha mantenido hermética sobre su visita a Cuba, tras llegar el miércoles pasado acompaña de su novio Paul Boukadakis, el silencio de De Armas ha sido empleado por la dictadura castrista para hacerse promoción por todo lo alto.

Esto le ha traído múltiples críticas a la nominada al Oscar, cuyas fotos en las calles de La Habana y de visita en instituciones estatales del régimen se han viralizado en los últimos días.

Pero el pico de las críticas llegó este domingo, con una fiesta “sorpresa” que le fue preparada a la actriz por sus amistades cercanas, entre las que se encuentran su buena amiga, Claudia Muma, y María Carla Cremata, hija del director de La Colmenita, Carlos Alberto Cremata.

Habría sido esta última quien posteó en sus historias de Instagram una serie de videos de la polémica fiesta, que supuestamente se habría celebrado en el bar Yarini Habana, y que fueron eliminados después de su cuenta.

En los videos se aprecia a Cremata, departiendo con Ana y Claudia Muma, allegada también de Lourdes Dávalos León, una pudiente abogada cuya familia representó a la dictadura cubana en el juicio de Londres.

En la fiesta además tocaron los músicos cubanos oficialistas, Isaac Delgado y Alain Pérez, ambos voceros del régimen de la Isla.

La fiesta ha causado indignación entre varios usuarios cubanos, mientras que el resto del mundo la considera como algo bueno por desconocer el contexto de escasez y represión que se vive en Cuba.

Y es que, como toda fiesta decente, en el evento hubo comida y bebida de sobra, además de un enorme pastel y diversión con música en vivo y luces de colores, todo cuanto le es negado a la población normal de la Isla por la falta de alimentos y la crisis energética.

De Armas se ha paseado por La Habana como cualquier turista, sin pronunciarse respecto a la situación del país, denunciar los presos políticos, o puntualizar que hay escasez de alimentos.

Aunque en un inicio se negó a hablar con la prensa oficialista, argumentando que estaba de vacaciones, lo cierto es que no se ha negado a participar en los eventos del régimen, y su silencio se ha interpretado como complicidad desde todos los ángulos, pues incluso el gobierno la utiliza para hacerse campaña.

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