Apagones rotativos en La Habana: la medida contra el alto déficit energético
Mientras la capital tiende a verse exenta de las medidas más severas, el régimen no encuentra otra salida con déficits diarios de más de 1.600 MW
Cuba enfrenta este martes una de las crisis energéticas más severas del año, con un déficit de generación eléctrica que podría alcanzar los 1.620 MW durante el horario pico nocturno, según estimaciones oficiales.
La escasez de capacidad ha obligado a aplicar cortes prolongados de electricidad en todo el país, incluida La Habana, donde los apagones se gestionan en bloques horarios que impactan a todos los sectores de la ciudad.
Desde la madrugada, el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) ha estado bajo presión constante, con interrupciones generalizadas desde el lunes que se extendieron durante las primeras horas de la jornada.
El momento más crítico ocurrió la noche anterior, a las 8:20 pm, cuando la demanda nacional superó la capacidad disponible, generando un déficit de 1.697 MW.
Este desbalance superó las previsiones iniciales debido a un consumo inesperadamente alto y a la salida de servicio de la unidad 3 de la central termoeléctrica (CTE) Santa Cruz, ubicada en Mayabeque.
Al amanecer de este martes, la disponibilidad del SEN era de solo 1.820 MW frente a una demanda de 2.710 MW, lo que ya representaba un déficit de 974 MW.
La situación se ha agravado a lo largo del día y, de mantenerse las condiciones actuales, se espera que la demanda en horario nocturno ascienda a 3.420 MW, mientras que la capacidad de generación apenas alcanzaría los 1.870 MW.
Las causas del déficit son múltiples. A las averías en las unidades 3 de la CTE Santa Cruz y 2 de la CTE Felton, se suman tareas de mantenimiento en otras cuatro unidades pertenecientes a las CTE de Cienfuegos, Renté y nuevamente Santa Cruz.
Además, 84 centrales de generación distribuida —responsables de aportar alrededor de 706 MW— están fuera de servicio por falta de diésel, lo que compromete aún más la capacidad de respuesta del sistema.
Aunque se han impulsado fuentes renovables como la energía solar, su aporte actual sigue siendo limitado frente a la magnitud del colapso en la generación térmica convencional.