Las autoridades de Florida arrestaron a un hombre presuntamente ligado a la pandilla de la Mara Salvatrucha acusado de haber asesinado y descuartizado a un repartidor de Uber Eats.
De acuerdo con el medio NBC, el sujeto fue identificado como Oscar Solís Jr., de 30 años de edad, quien le habría arrebatado la vida a Randall William Cooke el pasado 19 de abril en el condado de Pasco.
Durante una rueda de prensa, Chris Nocco, alguacil del condado, indicó que la víctima y el agresor no tienen nada en común que pudiera vincularlos, por lo que se sospecha que el crimen se trató de un robo que salió mal.
“No voy a entrar en detalles sobre lo espantoso que fue este caso. Este individuo es… lo que hizo fue demoníaco”, agregó, señalando que los restos de la víctima fueron encontrados en varios lugares de la casa del acusado, entre ellos, los botes de basura.
Las autoridades señalan que la víctima, de 59 años de edad, se encontraba a unas calles de su vivienda, por lo que le avisó a su esposa que llegaría a casa después de finalizar su última entrega. Sin embargo, la mujer llamó a la policía luego de que pasaran horas y su esposo dejara de responder los mensajes.
Durante la investigación, Uber proporcionó los datos GPS del conductor, los cuales lo ubicaron en la vivienda de Solís en la localidad de Holiday, a unas 30 millas de Tampa.
Un video de vigilancia en la vivienda mostró el momento en el que el conductor llegó a entregar un pedido a las 6:56 p.m., minutos después de su último mensaje de texto, sin embargo, el video se corta en esa parte.
Otra grabación mostró a Solís y a un segundo individuo moviendo varias bolsas de plástico por los costados de la casa. La policía investigó el basurero y encontró las bolsas, mismas que parecían contener restos humanos.
Las autoridades forenses confirmaron esto, identificando los restos como los de Cooke. Las bolsas también contenían la ropa de la víctima, la cual estaba manchada de sangre y presentaba marcas de apuñalamiento.
Los detectives también encontraron sangre dentro de la vivienda, así como el anillo de bodas de la víctima y las llaves de su auto. El vehículo fue ubicado abandonado a unas calles de la vivienda de Solís, con varias toallas y prendas manchadas de sangre en su interior.
Solís llevaba viviendo en esa casa unos tres meses, luego de haber llegado al estado de Florida desde Indiana, donde pasó cuatro años en prisión por cargos de robo y asalto.
Es importante señalar que el sujeto fue arrestado la semana pasada por violar su libertad condicional y por no registrarse como un delincuente convicto tras su llegada a Florida, pero los cargos de asesinato fueron añadidos el pasado lunes, luego de que la policía encontrara todas las pistas que lo involucraban al crimen.
