Las autoridades sanitarias de Las Tunas denunciaron el robo de lámparas en el Hospital ‘Ernesto Guevara de la Serna’, de la provincia de Las Tunas, un problema que parece ser frecuente en la institución.
Según el medio oficialista Periódico 26, culpan de esta indisciplina a los pacientes de este hospital, así como a sus acompañantes.
El vicedirector clínico-quirúrgico del hospital, Carlos Rafael Pérez Santiesteban, indicó al citado medio que el principal problema es que es imposible controlar a las miles de personas que entran y salen del lugar diario.
El funcionario aprovechó para responsabilizar a estos pacientes y a sus familiares de la suciedad que hay en el centro, señalando que estos no tienen higiene y también rompen otros equipos del lugar.
“Se han robado los tubos de lámparas, la tornillería de los cristales de los ventanales y los propios cristales; hay individuos que rompen los interruptores y los tomacorrientes y en ocasiones se los han llevado; los desechos de alimentos los vierten en los alrededores de las salas, baños, pasillos y aleros; no se cuidan las paredes, escriben en ellas y les pasan las manos con grasa, lo que daña la pintura”, declaró el galeno.
También señaló que los sillones que fueron colocados en las salas del hospital, para uso de pacientes y sus acompañantes, solo duraron cuatro meses.
El medio estatal señala que el problema responde “a la malsana intención de destruir la propiedad social” que tienen los ciudadanos.
De igual manera, la nota oficialista del periodista Miguel Díaz Nápoles responsabiliza a las familias tuneras por no fomentar los valores adecuados en las nuevas generaciones, pero no menciona temas importantes como los motivos que llevan a estos ciudadanos a robar.
“La educación cívica hay que cultivarla y nutrirla desde la familia y la escuela, pero debe exigirse también por parte de las instituciones y el poblador más común. Cualquier eslabón flojo en esa vigilancia herirá sin remedio la sana convivencia”, se lee en el artículo.
La prensa busca culpar al mismo pueblo por el mal estado del hospital de la provincia, pero no menciona el hecho de que cada vez más cubanos se ven en la necesidad de robar la “propiedad social” para poder cubrir las carencias de su día a día.
Y es que no todos los ciudadanos toman estas cosas del hospital con la intención de venderlas, sino para poder reparar los artículos que se han roto en sus viviendas, mismos que son casi imposibles de encontrar en las tiendas estatales y en pesos cubanos.
