Alrededor de mil migrantes entre ellos cubanos, se encuentran varados en el municipio fronterizo de Necoclí, en el Departamento de Antioquía, Colombia, debido al cierre de fronteras impuesto por las autoridades de dicho país para detener la propagación del COVID-19.
Desde el pasado 15 de enero, el gobierno colombiano anunció el cierre fronterizo terrestre y fluvial hasta el 1 de marzo y es hasta entonces que los migrantes podrán seguir aparentemente su odisea.
En cuanto a esto, el director de Migración Colombia, Francisco Espinosa, comunicó que dicha medida se debe al repunte de casos y la compleja situación hospitalaria por la que atraviesa la región debido al alto número de enfermos de COVID-19.
Desde entonces, el tránsito hacia Ecuador, Perú, Brasil, Venezuela y Panamá quedó suspendido, este último la siguiente parada de los migrantes varados en Necoclí.
Por su parte, el director de Migración en Antioquia, Wilson Patiño dijo que no es momento para movilizarse, sino para resguardarse y así poder lograr minimizar los riesgos de contagios por coronavirus.
“No es un momento para movilizarse, sino para resguardarse con el fin de minimizar los riesgos de contagio de COVID-19”.
Migrantes duermen hacinados en carpas
En estos momentos, cerca de mil personas entre ellos niños duermen hacinados en pequeñas carpas, la gran mayoría sin las medidas necesarias para hacerle frente al coronavirus.
Las personas haitianas, africanas, mexicanas y cubanas pretenden cruzar el peligroso Darién y seguir su travesía hasta llegar a Estados Unidos, haciendo algunas paradas en países de Centro América.
Un migrante cubano llamado Carlos Guevara aseguró que salió de Cuba en busca del sueño americano pues su esposa y su hijo de cinco años están enfermos. Asimismo dijo que se encuentran “sin dinero y sin nada”.
“Estamos sin dinero, sin comida y sin nada, o que nos viren para atrás o que nos ayuden a salir de aquí”.
Otro migrante cubano, llamado Georgi aseveró que lo único que quieren es pasar y seguir su camino, “no queremos en ningún momento quedarnos acá”.
Los migrantes que esperan salir de Necoclí hacia Acandí denuncian que no les quieren vender los pasajes porque está “cerrada la frontera” pero aún así continúa la salida de lanchas ilegales.
Mientras tanto, el alcalde del municipio, Jorge Tobón pide ayuda al gobierno nacional y departamental porque la localidad está “desbordada” debido a la cantidad de migrantes.
Aunque ya son más de 20 días varados, se prevé que la espera de los migrantes se agudice aún más mientras tanto siguen pidiendo a las autoridades que los dejen continuar con su travesía y así poder lograr el sueño americano.
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