ESTADOS UNIDOS

¿Conoces todas las opciones para obtener la ciudadanía estadounidense?

El proceso de naturalización para un extranjero residente en Estados Unidos, según las pautas delimitadas por la Ley de Inmigración y Nacionalidad, parece en un primer momento un proceso engorroso.

Muchos de los solicitantes no conocen más allá de la entrega del Formulario N-400. Sin embargo, existen ciertos requisitos a demostrar —lapsos de estancia en el territorio, dominio del inglés, etc.— para tener un veredicto positivo. Pero no hay que temer, acá les dejamos todas las opciones que pueden apelar para convertirse en un orgulloso ciudadano de los Estados Unidos.

Cinco años

Un extranjero mayor de edad y con cinco años de residencia legal permanente en la nación norteamericana puede iniciar el proceso de naturalización. Para ello, deberá tener registrado —mínimo tres meses antes— su domicilio en el mismo Estado donde tiene jurisdicción el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS).

Asimismo, deberá haber permanecido de forma ininterrumpida y por lo menos, 30 meses en el país antes de iniciar el trámite.

Tres años

Con tres años de residencia legal también se puede solicitar la naturalización, si se es mayor de edad y cónyuge de un ciudadano estadounidense. En este caso, además de presentar el formulario N-400 habrá que comprobar la unión matrimonial. Dicha relación se deberá mantener durante el proceso.

Fuerzas Armadas

Las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos posee varias opciones para aquellos extranjeros interesados en obtener la ciudadanía. Entre algunos de los requisitos a cumbir, todos disponibles en la página del USCIS, se encuentra: haber sido parte del servicio militar, tener un rango de veterano, ser familiar de algún oficial muerto en combate o proveer asistencia a veteranos y nuevos reclutas.

Padres estadounidenses

Para acceder a la naturalización, a través de los padres, existen dos opciones. La primera —y más sencilla— es para aquellos nacidos en Estados Unidos. En ese caso, vale con comenzar el trámite antes de arribar a los 18 años de edad y cumpliendo con las especificaciones establecidas en la ley.

La segunda es destinada a las personas nacidas fuera del territorio pero con uno o los dos padres estadounidenses. Bajo estas condiciones, los solicitantes tendrán que demostrar que sus progenitores efectivamente vivieron en Estados Unidos.

No obstante, en cualquiera de los casos anteriores, los interesados estarán obligados someterse a una prueba. En el test, deberán ser capaces de responder preguntas sobre la historia de Estados Unidos y el funcionamiento del Gobierno, y demostrar buena conducta moral. Así como, mostrar un amplio dominio —oral y escrito— del inglés.

Este último factor puede ser complicado. Especialmente, si el extranjero en cuestión no es angloparlante de nacimiento. Por ello, Asere recomienda DimeInglés, una aplicación totalmente gratuita. Quince minutos diarios con este método pueden cambiar tu futuro. ¿Estás listo?

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