Por si fuera poco para los cubanos tener que lidiar con la crisis inducida por el régimen de Miguel Díaz-Canel y agudizada con la llegada de la pandemia de COVID-19, ahora Cuba se ve afectada por el polvo del Sahara y las cenizas del volcán La Palma.
Según indicaron expertos cubanos, se han identificado que las cenizas del volcán La Palma están llegando a Cuba junto con el polvo del Sahara.
El pronóstico explica que la nube de polvo sahariano mezclado con SO2 llegará a la región más oriental de la isla y posteriormente se extenderá a todo el territorio cubano.
Por su parte, según el reporte del Servicio de Monitoreo Atmosférico del Programa Copernicus (CAMS) de la Unión Europea, las mayores concentraciones de SO2 sobre Cuba se registrarán a partir del nivel de 850 hPa (1500 msnm).
El pasado lunes, los expertos del Instituto de Meteorología (Insmet) de Cuba advirtieron sobre un aumento en las concentraciones del polvo de Sahara, la presencia de dióxido de azufre (SO2) y de cenizas volcánicas como consecuencia de las emisiones del volcán activo en La Palma desde el 19 de septiembre.
El reporte de medios castristas, la Sociedad Cubana de Alergia y Asma pidió a los cubanos que sufren de alergias tratar de permanecer el mayor tiempo posible dentro de sus casas para que estén el menor tiempo posible expuesto a esas partículas.
La alerta se ha emitido al país, ya que los ácaros, virus, minerales, bacterias y otros patógenos arrastrados por la nube junto con el polvo del Sahara, aumentan el riesgo de enfermedades, especialmente en pacientes que tienen antecedentes de asma y alergias.
Las partículas del polvo también afectan a las cosechas de frutas, arroz, caña de azúcar y legumbres, así como a los ecosistemas terrestres y marinos, sobre todo a los arrecifes coralinos.
El polvo del Sahara es común que haga presencia en Cuba en los meses de julio y agosto.
