Desde el miércoles, 19 de mayo, los Gobiernos de Cuba y Nicaragua aprobaron un acuerdo que permitirá a los nicaragüenses condenados y presos en la Isla cumplir la pena en su país de origen, y a los reclusos cubanos en territorio centroamericano hacerlo en su nación, informó la agencia española EFE.
El acuerdo, denominado “Convenio de Ejecución de Sentencias Penales” fue firmado en Managua entre la presidenta de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de Nicaragua, Alba Luz Ramos, y el embajador de Cuba en Managua, Juan Carlos Hernández Padrón.
“Este convenio de cooperación bilateral tiene por objetivo que los nacionales de ambos países que se encuentran cumpliendo condena en el territorio de uno de los Estados partes, puedan ser trasladados a su país de origen a efectos de seguir el resto de su condena”, explicó la funcionaria nicaragüense.
De acuerdo con el citado medio, los detalles del convenio entre Nicaragua y Cuba no fueron divulgados.
Las autoridades nicaragüenses tampoco se refirieron a la cantidad de nacionales que pagan condenas en la Isla, o de cubanos con penas en el país centroamericano.
Cuba, Nicaragua y Venezuela son “regímenes autoritarios y corruptos”, según Namita Biggins, portavoz en español del Departamento de Estado de Estados Unidos.
El Departamento de Estado expresó en el Informe Anual sobre Derechos Humanos su preocupación por las torturas y ejecuciones extrajudiciales que se habrían perpetrado Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Sobre Nicaragua, el secretario de Estado, Anthony Blinken, dijo que el “régimen corrupto” del presidente Daniel Ortega aprobó en los últimos meses leyes que son “cada vez más represivas” y limitan la capacidad de operar de la oposición política, la sociedad civil y los medios independientes.
También acusó a Ortega y a grupos paramilitares supuestamente vinculados a él de llevar a cabo “una campaña de acoso, intimidación y violencia” contra aquellos que son percibidos como “enemigos”, entre los que se incluyen activistas de grupos de derechos humanos y por la democracia.
