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Denuncian colas kilométricas para comprar combustible en La Habana

Cubanos en La Habana han denunciado que comprar combustible en la capital se ha vuelto una tarea casi imposible desde el paso del huracán Ian, con largas colas formándose para poder conseguir un poco de este importante recurso, el cual es requerido por muchos para ganarse la vida.

De acuerdo con el medio independiente CubaNet, la crisis de combustible en Cuba se ha agravado en las últimas semanas, en parte también por la mala gestión del régimen castrista. Esto ha obligado a tener que soportar colas que duran horas para poder comprar gasolina en cualquier servicentro de La Habana.

El citado medio señaló lo ocurrido en el Cupet de Santa Catalina, ubicado en el municipio Diez de Octubre, donde las personas tuvieron que realizar una cola que se extendía por cuatro cuadras para poder conseguir un poco de gasolina durante el fin de semana.

Las imágenes compartidas muestran a los vehículos estacionados en una larga cola, pues mantenerlo encendido representaría perder más del preciado y escaso recurso en la Isla.

Uno de los presentes indicó a CubaNet que la cola continuaba creciendo porque el Cupet no contaba con el combustible, y las personas estaban esperando a que este llegara.

“Hay que estar aquí para cuando entre el combustible, no hay de otra, porque si te vas, después, cuando llegue, no hay quien pueda comprar”, afirmó.

Por su parte, el Cupet de la rotonda en el municipio Guanabacoa, donde si había combustible, había una cola de al menos ocho cuadras para comprar combustible y diésel.

Sin gasolina se encontraba el Cupet del intermitente de Guanabacoa, también en La Habana, había combustible, sin embargo, la cola allí superaba las ocho cuadras, por lo que aquellos formados ya se habían comprometido a una espera de varias horas.

El medio independiente recalcó que la fila más larga se registró en el Cupet del intermitente de Guanabacoa, donde los ciudadanos estaban esperando a que el combustible llegara al establecimiento.

Muchos de los presentes no tenían otra opción, pues el combustible con el que contaban no les alcanzaba para viajar a algún otro servicentro, algunos incluso no podían regresar a sus hogares.

“No puedo irme de aquí hasta que compre, porque lo que me queda de gasolina no me alcanza para llegar a la casa, de aquí no me voy si no es con el tanque lleno”, declaró al medio de prensa un hombre que aseguró llevar cinco horas formado.

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