DeSantis firma ley SB 700: Florida prohíbe el flúor en el agua potable
La medida convierte a Florida en el segundo estado de Estados Unidos en aplicar esta prohibición, después de Utah
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó esta semana la ley SB 700, que prohíbe a los gobiernos locales añadir flúor al agua potable en todo el estado. La medida convierte a Florida en el segundo estado de Estados Unidos en aplicar esta prohibición, después de Utah.
El acto oficial de la firma se llevó a cabo en Dade City, donde DeSantis defendió la iniciativa, misma que entrará en vigor el próximo 1 de julio.
“Sí, usen flúor para sus dientes, está bien. Pero forzarlo en el suministro de agua es básicamente medicación forzada sobre las personas. No tienen elección. Se les está quitando eso”, dijo el funcionario.
La ley forma parte del paquete legislativo conocido como Florida Farm Bill y establece que ningún aditivo podrá incorporarse al sistema público de agua sin cumplir con la nueva definición de “aditivo de calidad del agua”.
Esta se describe como “una sustancia química utilizada específicamente para cumplir con estándares de agua potable, contaminantes o calidad”, según información reportada por CNN.
Today I was in Dade City to sign SB 700, which among other things, prevents local governments from injecting fluoride into the water supply.
Informed consent—not forced medication—is the Florida way. pic.twitter.com/dvDk39MCOg
— Ron DeSantis (@GovRonDeSantis) May 15, 2025
El proyecto fue aprobado por el Congreso estatal en abril y ya varios gobiernos locales se anticiparon a la medida. Por ejemplo, en Miami-Dade, los comisionados votaron a favor de eliminar el flúor del agua potable pese al veto de la alcaldesa Daniella Levine Cava, según reportes de la agencia de noticias AP.
El cirujano general de Florida, Dr. Joseph Ladapo, emitió en noviembre de 2024 una recomendación oficial contra la fluoración comunitaria del agua. Indicó que “más del 70% de los floridanos que usan sistemas de agua comunitarios reciben agua fluorada”.
Organizaciones de salud pública han criticado la ley. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) reafirmaron en 2015 la seguridad y eficacia del flúor, nombrando la fluoración como uno de los “10 mayores logros de salud pública del siglo XXI”.
La Asociación Dental Americana (ADA) también ha señalado que “ochenta años de fluoración del agua comunitaria en niveles óptimos han demostrado ser seguros y eficaces para reducir la caries dental y mejorar la salud bucal”.
No obstante, investigaciones recientes sugieren riesgos asociados. Se ha reportado que la exposición al agua fluorada durante el embarazo está vinculada a un aumento de problemas neuroconductuales en niños, y una revisión federal relacionó niveles elevados de flúor con un menor coeficiente intelectual en menores.
Con esto, DeSantis fortalece su narrativa del “Estado Libre de Florida”, basada en el consentimiento informado y el rechazo a lo que considera “intervenciones químicas impuestas sin elección”.