“Desgarrador”: así describen el abandono total del cementerio de Matanzas
El cementerio debía ofrecer un lugar digno para el descanso eterno. Sin embargo, hoy muestra capillas colapsadas y bóvedas saqueadas

El abandono del cementerio San Rafael, en la ciudad de Colón, Matanzas, ha provocado indignación entre trabajadores y vecinos, quienes denuncian el deterioro crítico del lugar.
Las imágenes publicadas por el medio estatal Periódico Girón muestran sepulturas rotas, huesos humanos al aire libre y un entorno insalubre que refleja la profunda crisis del sistema funerario en Cuba.
Erigido en los años 20 del siglo pasado, el cementerio debía ofrecer un lugar digno para el descanso eterno. Sin embargo, hoy muestra capillas colapsadas, bóvedas saqueadas y una alarmante falta de mantenimiento.
La publicación oficialista se hizo eco del estado del camposanto, dejando al descubierto una situación que hasta ahora era ignorada por las autoridades locales.
Jesús Agustín Fleites Martínez, quien trabajó como sepulturero en el cementerio, explicó que en su época las exhumaciones se hacían con equipos adecuados.
“Usábamos guantes, alcohol y nos daban los osarios”, señaló.
Hoy, los empleados no cuentan ni con los recursos mínimos y deben comprar los osarios a precios que la mayoría no puede pagar.
El administrador del lugar, Luis Alberto Fernández González, reconoció que la plantilla está incompleta. De 19 plazas, solo 14 están cubiertas. Con un salario mensual de 2,600 pesos, asegura que es imposible garantizar la limpieza y seguridad del sitio.
Gladys Rodríguez Reyes, inspectora de Higiene, confirmó que el lugar incumple las normas sanitarias. No hay espacio para la higiene del personal, los utensilios están rotos y no existe cercado, lo que facilita la entrada de animales y extraños. La acumulación de basura y la proliferación de mosquitos representan un riesgo evidente para la salud.
Los testimonios recogidos por el citado medio oficialista son alarmantes. Ana, una vecina, calificó como “desgarrador” el estado del lugar. Sergio, por su parte, denunció que durante la pandemia robaron partes de una bóveda colectiva recién construida para los fallecidos por COVID-19.
Aunque se han prometido reparaciones en la cerca perimetral y en el área de cremación, los problemas siguen sin solución. Ciudadanos proponen campañas de educación y trabajo voluntario, pero insisten en que la responsabilidad debe recaer sobre la empresa de Servicios Necrológicos y las autoridades municipales.