Agentes del Ministerio del Interior en el municipio de Puerto Padre, en las Tunas, detuvieron un ciudadano que se dedicaba a realizar juegos prohibidos y la venta ilícita de alimentos.
Según información de la prensa oficial, el operativo se llevó a cabo por la insistencia en una denuncia realizada por los vecinos del sector, quienes observaron varias irregularidades delictivas en el sitio y exigieron la presencia de autoridades que pusieran orden en la vivienda.
Los cuerpos de “seguridad” del régimen afirmaron que recibieron la información en una estación policial de Puerto Padre y siguiendo los lineamientos de seguridad asistieron al sitio para hacer la respectiva revisión.
Informaron que en la casa, ubicada en el municipio de Puerto Padre, en la calle 12 número 27 de esa ciudad, encontraron y decomisaron 7 mil 404 CUC , 137 USD y 423 mil 38 CUP, efectivo que presuntamente será entregado al BANDEC del municipio.
En el sitio también fueron decomisados 58 gallos finos que según las autoridades se llevaran a los organismos encargados de la flora y fauna.
El hombre también era vendedor ilícito de alimentos, pues los organismos de seguridad del régimen también encontraron en su casa 356 ristras de ajo en condición de acaparamiento y que, según las declaraciones, luego serán entregadas al Ministerio de Agricultura del municipio “para su uso social”.
El ciudadano fue acusado por los delitos de juegos prohibidos y de acaparamiento de alimentos, previstos y sancionados en el código penal.
Como este hombre, existen muchos cubanos se dedican a la venta ilícita de alimentos, con sobreprecios. Aprovechándose de la necesidad del pueblo que no consigue con qué alimentarse e medio de una crisis agudizada por la pandemia de coronavirus.
