Reinaldo González y Enrique Méndez son dos hermanos cubanos que, como muchos, otros se vieron obligados a salir huyendo de la isla luego de las protestas en contra del régimen ocurridas el 11 de julio del año 2021.
En ese momento vivían en la provincia de Camagüey y al conocer de lo que estaba sucediendo ese día en el resto del país, tomaron la iniciativa y convocaron a salir a las calles. Mediante un grupo de WhatsApp lograron que alrededor de 15 personas se les unieran, según contaron en una entrevista al canal de televisión Telemundo.
Cuando salieron a manifestarse fueron golpeados por agentes de la seguridad del Estado y simpatizantes de la dictadura cubana. Además, los arrestaron por promover su posición y estuvieron alrededor de cinco días en prisión.
Luego vivieron varios meses de reclusión domiciliaria a la espera de sentencia, de ahí que decidieron marcharse. Lograron salir por la provincia de Ciego de Ávila en una embarcación improvisada, con la cual tuvieron una travesía de 28 horas hasta que llegaron a la Biscayne, al sur de Estados Unidos.
En este país han estado desde hace tres meses. Sin embargo, confesaron no haber roto el silencio hasta ahora por miedo a ser devueltos a la isla.
Estos hermanos contaron una historia similar a la de Yoel Sosa, quién al igual que ellos, salió a las calles ese día trascendental. Por el cual resultó procesado y finalmente logró huir en balsa, también.
“Es duro, tengo una niña de cinco años que todos los días clama por mí. Cuando hablo con ella me dice: papá, quiero que estés aquí. La madre, como único puede consolarla, es diciéndole la verdad: papá no puede venir porque si papá viene va preso”, relató.
A diferencia de Reinaldo y Enrique, a Sosa si le llegó su sentencia. En ella lo condenaron a cumplir cinco años de trabajo correccional con internamiento por los delitos de desórdenes públicos y desacato. Sanción que un inicio estaba prevista a que fuera de ocho años.
El 11 de julio de 2021 marcó un antes y un después en la historia de Cuba. Ellos tres son solo algunos de los ejemplos de lo que les ha sucedido a muchos cubanos. Otro centenar está en cárceles por salir a protestar pacíficamente y le han pedido condenas como si fueran asesinos en serie.
