EEUU deporta a dos cubanos a Sudán del Sur ante negativa del régimen
Estos fueron identificados como Enrique Arias-Hierro y José Manuel Rodríguez-Quiñones, quienes enfrentan cargos por delitos graves

El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) deportó a dos migrantes cubanos con condenas penales graves a Sudán del Sur a principios de mayo de 2025, luego de que el gobierno cubano rechazara aceptarlos.
Estos fueron identificados como Enrique Arias-Hierro y José Manuel Rodríguez-Quiñones, quienes enfrentan cargos por delitos graves.
Arias-Hierro fue arrestado el 2 de abril y tiene antecedentes por homicidio, robo a mano armada, falsificación de identidad oficial, secuestro y robo con violencia, mientras que Rodríguez-Quiñones, detenido el 30 de abril, fue condenado por tentativa de asesinato en primer grado con arma, agresión, hurto, posesión canina ilegal y tráfico de personas.
Ambos enfrentaron la deportación bajo la política migratoria estadounidense que busca enviar a migrantes con antecedentes penales a países que acepten su ingreso.
We conducted a deportation flight from Texas to remove some of the most barbaric, violent individuals illegally in the United States.
No country on earth wanted to accept them because their crimes are so uniquely monstrous and barbaric.
— Homeland Security (@DHSgov) May 21, 2025
Esta modalidad, aunque inédita para cubanos, ya se había aplicado a venezolanos deportados a El Salvador en marzo de 2025. En ese operativo, EEUU envió a más de 260 migrantes, incluidos al menos 50 venezolanos, muchos acusados de vínculos con pandillas como MS-13 o Tren de Aragua.
Sin embargo, investigaciones posteriores mostraron que varios carecían de antecedentes penales y habían entrado legalmente al país.
La deportación de estos cubanos a Sudán del Sur ocurre mientras al menos 23 países, entre ellos Cuba, China, India, Haití, Afganistán y Venezuela, han sido catalogados por ICE como obstinados por negarse a recibir a sus nacionales deportados o por falta de cooperación, lo que ha generado problemas para la administración estadounidense en el manejo de las deportaciones.
Países latinoamericanos como Colombia y Brasil también han rechazado vuelos con deportados, denunciando las condiciones denigrantes del traslado, que incluyen esposas y falta de garantías básicas.
Un juez federal en Estados Unidos ha intentado frenar esta práctica, calificándola de problemática en términos de derechos humanos y procedimientos migratorios. Sin embargo, la política migratoria de la administración de Donald J. Trump ha continuado aplicándose pese a la oposición judicial.
Con esto, queda claro que EEUU está teniendo problemas para repatriar a ciertos migrantes, especialmente cuando gobiernos como el régimen castrista mantienen su negativa a aceptar a sus ciudadanos, lo que obliga a Washington a recurrir a terceros países para cumplir con sus medidas migratorias.