Por primera vez en 20 años, el dólar estadounidense superó la cotización del euro en el mercado internacional, esto se debe a los temores de que Europa entre en una recesión a consecuencia de la crisis energética que trajo la invasión rusa a Ucrania.
De igual manera, el aumento de precio del dólar se debe a decisiones tomadas por la Reserva Federal de Estados Unidos, las cuales incrementan las tasas de interés y generan una mayor demanda.
Estas tasas de interés más altas, así como la promesa de que aumenten aún más, provocan que cada vez más inversionistas decidan poner su dinero en bonos del Tesoro de EEUU.
Estos factores se han venido percibiendo desde hace semanas, pero punto que marcó esta tendencia fue el cierre del Nord Stream 1, el gasoducto más grande de Europa que lleva gas de Rusia a Alemania.
Esta decisión fue tomada por el presidente Vladímir Putin, quien indicó que este cierre duraría unos 10 días para poder realizar un mantenimiento programado.
El precio del euro disminuyó de manera considerable debido a la posibilidad de que el cierre se prolongue y genere una crisis energética en el país, particularmente Alemania, considerada por muchos como la “locomotora de Europa” en cuanto a economía se refiere.
El euro no se había desplomado así desde diciembre del 2002, alcanzando este lunes el precio de 0,99 unidades por dólar. Este marte se inició la jornada con el mismo precio, aunque algunas bolsas europeas lo han comenzado a tratar a la paridad con el dólar.
El estratega de divisas de Societe Generale, Kenneth Broux, pronostica que el euro no se recuperara a corto plazo, y que se espera que la Reserva Federal suba las tasas de interés en 75 puntos básicos durante su reunión del próximo 26 y 27 de julio.
El experto considera que la tasa continuará elevándose hasta 3,5% desde el 1,58% que se tienen de momento.
Es necesario señalar que, en el caso de Cuba, la cotización del euro en el mercado informal se mantiene al alza, y este no responde a la situación que se da en el exterior debido a que en la Isla hay una penalización de la circulación en efectivo del dólar y una demanda creciente por el euro.
Esta demanda se debe a que la mayoría de los procesos consulares realizados por las embajadas extranjeras se deben pagar con la moneda europea, mientras que las tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC) también las utilizan en sus transacciones.
