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El incendio forestal en Pinares de Mayarí tuvo que ser apagado por la lluvia

El incendio forestal de grandes proporciones que afectó la región de Pinares de Mayarí, en Holguín, desde mediados de febrero, se apagó, sin embargo, no fueron los esfuerzos de las autoridades castristas, sino la lluvia que ocurrió en días anteriores.

De acuerdo con el medio independiente Diario de Cuba, el fuego se reavivó luego de que pareciera haber sido controlado, pero las precipitaciones salvaron el día.

“El fuego parecía controlado la semana pasada, pero volvió a soplar el viento bien fuerte y se reactivaron con fuerza los focos en Cochuflí, amenazando rumbo a Casimba”, indicó una fuente que prefirió mantener el anonimato.

De igual manera, residentes de la zona indicaron que todo parecía perdido luego de que las llamas iniciaron nuevamente, pero tuvieron la suerte de que un fuerte chubasco frenara el paso del fuego.

“Se nubló el cielo del humo y las cenizas cuando comenzaron a arder las faldas de las lomas aquí cerca. La cosa se estaba poniendo fea de nuevo, pero por suerte vino la lluvia y paró el fuego. Ese incendio solo lo apagaba la lluvia”, declaró un vecino identificado como Ricardo, extrabajador de la empresa forestal.

La noche del miércoles y la madrugada del jueves de la semana pasada cayeron 31 milímetros de lluvia, los cuales sofocaron los focos cercanos al salto del río Guayabo, cerca del barrio Monteverde.

Es importante señalar que los esfuerzos de las autoridades cubanas se enfocaron en proteger varias instalaciones turísticas que se encontraban amenazadas por el siniestro.

“La lluvia es el único bombero capaz de apagar un fuego así en un bosque como ese, de pinos y matorrales medio secos por tantos meses de sequía. Eso es como una pólvora, no se apaga si no le cae agua del cielo al mismo tiempo. Lo que hacían era casi por gusto, más bien para proteger las instalaciones del turismo y de la Empresa Flora y Fauna”, dijo al citado medio un exguardabosques que laboraba en Pinares de Mayarí.

El Gobierno cubano dio por “controlado” el incendio el pasado 8 de marzo, antes de que se reavivaras las llamas y estas fueran apagadas por la lluvia. Por aquellas fechas, se llegó a informar que el fuego había consumido unas 6.000 hectáreas de bosque, pero una fuente indicó que las autoridades simplemente dejaron de calcular.

“Se dejó de calcular el área afectada a la espera de un equipo especializado que usa drones e imágenes satelitales, para tener un dato más preciso”, señala la fuente, misma que asegura que “extraoficialmente” se habla de unas 10.000 hectáreas dañadas.

En ese sentido, el Centro de Investigaciones Ambientales (CISAT) de Holguín realizará un análisis de la zona afectada la próxima semana.

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