A partir de un trabajo de campo que algunos investigadores realizaron a un grupo de personas mayores, llegaron a la conclusión de que el olfato limitado se relaciona en gran medida con los problemas de salud de manera general.
Un grupo de especialistas, perteneciente a la Universidad del Estado de Míchigan, determinó que los adultos mayores, que presentan afectado su sentido del olfato, es decir su capacidad para sentir los olores está disminuida, tienen casi un 50 % más probabilidades de fallecer en los siguientes 10 años que los que lo tienen en óptimas condiciones.
Así lo ilustró el estudio en cuestión, el cual fue publicado en la revista Annals of Internal Medicine.
De acuerdo a información acopiada en el portal Medical Xpress, Honglei Chen, autor de la investigación, plantea que producto del envejecimiento el olfato sufre un marcado deterioro, no obstante interpreta su investigación “es la primera en observar las posibles razones por las que predice una mayor mortalidad”.
Con el objetivo de demostrar lo anterior, los investigadores recopilaron datos de 2.300 personas, en edades comprendidas entre los 71 y 82 años, que durante un período de 13 años fueron sometidos a una prueba, en la que los expusieron a 12 olores comunes.
A partir de los resultados arrojados por la investigación, los científicos decidieron clasificar a estas personas, según su sentido del olfato, en bueno, moderado o pobre.
A partir de ahí, comenzaron a compararlas en cuanto al riesgo de muerte que cada una de ellas podía tener a partir de la clasificación que hicieron.
Este análisis arrojó que aquellas personas con un olfato pobre tenían un 46 % mayor de riesgo de muerte en un margen de 10 años, y de un 30 % en el de 13 años, comparándolos con los que no habían presentado limitaciones marcadas en este sentido.
Además, asombrosamente, al comienzo de la investigación, la capacidad de olfato disminuido, pronosticó una muerte temprana también en aquellos participantes que gozan de una buena salud.
Otros estudios refieren que un olfato debilitado puede ser un indicio temprano de la enfermedad de Parkinson y la demencia, pero hasta ahora esto solo explica parte de ese aumento en el riesgo, afirman los especialistas.
Con Información de RT
