El cuerpo de una ballena de 13 metros de longitud arribó a las aguas del norte de Cuba, específicamente a una zona cercana al Refugio de Fauna Cayo Francés, en Villa Clara.
El hecho fue confirmado en redes sociales por el perfil de Naturaleza Secreta, el cual compartió fotografías de los restos del gran mamífero marino.
Según esta publicación, se trata de un rorcual común, también conocida como ballena de aleta, una especie conocida por su cuerpo largo y estilizado, así como por su color gris parduzco y por poseer una aleta dorsal curva y prominente.
El animal, cuyo nombre científico es Balaenoptera physalus, fue rescatado por el personal del área, con el objetivo de preservar su esqueleto.
La ballena fue encontrada con el cuerpo henchido de gases, pues el proceso de descomposición ya había iniciado. El cuerpo no presentaba señales de alguna enfermedad, tampoco mostraba marcas de depredadores, por lo que la causa de su muerte no es evidente. Sin embargo, expertos sugirieron que esto pudo deberse a la entrada de vientos sostenidos asociados a un frente frío.
“Los cetáceos pueden ser forzados por las condiciones climáticas a alcanzar bajas profundidades y costas desconocidas, quedando posteriormente desorientados en su regreso a aguas profundas”, indicó la información compartida en redes sociales.
Esta sería la primera vez que una ballena de esta especie aparece en el norte de Cuba, pues la última vez que un ejemplar de estos apareció, en 1989, fue en Boca de Galafre, al sur de la provincia de Pinar del Río.
La Balaenoptera physalus puede alcanzar el segundo mayor tamaño del reino animal, unos 27 metros, siendo superada únicamente por la ballena azul, Balaenoptera musculus.
Estos animales poseen una distribución cosmopolita, es decir, que se encuentra en gran parte del mundo, y no se encuentra limitada a alguna región en específico, aunque se encuentra con mayor frecuencia en el Atlántico Norte, de igual manera, existe una subespecie conocida como el rorcual antártico, el cual habita en aguas del océano Antártico.
La nota concluye señalando que las condiciones climáticas pudieron haber causado que otros dos cetáceos, en esta ocasión cachalotes, quedaran varados en los últimos 10 días en la costa norte de Cuba.
Vale la pena recordar que, en febrero de este año, se encontró el cuerpo de un cachalote Physeter macrocephalus en el Archipiélago de los Colorados, al norte de Pinar del Río.
