Las autoridades informaron este martes sobre el hallazgo de dos cuerpos flotando cerca de los Cayos de Florida, los cuales podrían tratarse de migrantes que intentaron llegar a Estados Unidos vía marítima.
Según el comunicado compartido por la Oficina del Sheriff del Condado de Monroe, los cuerpos fueron encontrados luego de que acudieran a la estación Islamorada de la Guardia Costera de los Estados Unidos (USCG, por sus siglas en inglés).
El incidente ocurrió el pasado 12 de agosto, alrededor de la 1:25 p.m., luego de que un buen samaritano informara a las autoridades sobre los dos hombres que fueron encontrados sin vida flotando en el mar.
“Los detectives de la Oficina del Sheriff respondieron a la estación Islamorada, de la Guardia Costera de los Estados Unidos, aproximadamente a la 1:25 p.m. del 12 de agosto de 2022, en relación con dos hombres no identificados ubicados en el agua por buenos samaritanos”, indica el comunicado.
La publicación agrega que ambos cuerpos se encontraban separados 1,5 millas el uno del otro, a unas 11 millas de arrecife Molasses.
Por su parte, la directora de operaciones de la Oficina del Médico Forense del Condado de Monroe, Tiffany Fridley, informó el pasado lunes que la morgue del condado cuenta con cuatro cuerpos pertenecientes a migrantes que fueron encontrados sin vida en aguas federales e internacionales.
El periódico local Miami Herald sugiere que los dos hombres podrían haber formado parte de los 15 balseros cubanos que naufragaron a unas 14 millas al sur de Sugarloaf Key el pasado 5 de agosto, pero esto no ha sido confirmado de manera oficial por las autoridades.
En aquella ocasión, dos balseros fallecieron y otros ocho lograron ser rescatados con vida, por lo que cinco terminaron siendo arrastrados por las corrientes y desapareciendo en el mar.
La USCG ejecutó una ardua búsqueda que cubrió más de 1.700 millas náuticas (alrededor de 3.000 kilómetros), pero suspendió las labores tras cuatro días.
Las autoridades han reconocido un incremento en el número de balseros cubanos que intentan llegar a EEUU, incluso si eso significa arriesgar sus vidas. Según cifras oficiales, se han interceptado a más de 4.000 en lo que va del año fiscal, número que supera con creces los 838 registrados el año anterior.
