Un anciano que fue reportado como desaparecido a inicio de julio fue encontrado sin vida este miércoles en La Habana.
De acuerdo con el medio independiente Diario de Cuba, Lázaro Toca Núñez, de 86 años de edad, había sido visto por última vez el 8 de julio, y su hallazgo fue confirmado por su hija, Graciela Toca, quien no quiso dar más detalles a la prensa.
La familia de Toca lo intentó buscar en hogares de ancianos y otros sitios en la provincia después de que este desapareciera en Guanabacoa, pero no tuvo éxito.
Según declaró la mujer, su familia se enteró de su desaparición luego de que personal de su trabajo se presentara a su vivienda buscando a su padre, pues este no se había presentado.
“Mi padre es custodio de un centro estatal en Guanabacoa y lo consideraban mucho por su edad”, declaró en aquel entonces al citado medio independiente.
En los últimos meses, se ha registrado un aumento en el número de desapariciones reportadas en Cuba, muchas de las cuales han terminado en asesinatos.
Uno de los casos más recientes fue el de la joven Beatriz Nápoles, una madre de 28 años de edad que fue reportada como desaparecida en Mayabeque. La mujer salió hacia su trabajo el pasado 14 de julio, pero nunca arribó.
La familia indicó que su celular fue rastreado hasta Matanzas y La Habana, pero su cuerpo fue encontrado el 23 de julio en la provincia, donde fue vista por última vez.
De igual manera, se supo de la ciudadana Claudia Montes, quien desapareció en Matanzas el pasado 11 de junio, solo para ser encontrada semanas después con signos de agresión sexual.
La familia culpó a Humberto Brioso, un hombre que presuntamente “encontró” el celular de la desaparecida y lo llevó a una estación de policía.
Por último, el Ministerio del Interior (Minint) confirmó esta semana que el profesor cubano Santiago Morgado, de Sancti Spíritus, fue asesinado a principios de julio por varios sujetos que planearon robarse su motocicleta.
El docente fue reportado como desaparecido el pasado 1 de julio, luego de que fuera visto por última vez saliendo a un trabajo de transporte. Una búsqueda inicial por la zona resultó en el hallazgo de sus anteojos y su casco, y días después, se encontró el cuerpo del profesor en el fondo de un pozo en el área de Planta Cantú.
