Un escritor cubano se encuentra en peligro de ir a prisión por haberse enfrentado a una persona que agredió físicamente a su hijo en el pueblo de La Esperanza, ubicado en el municipio Ranchuelo, de la provincia de Villa Clara.
De acuerdo con varias denuncias compartidas en redes sociales, se trata de Yandrey Lay Fabregat, quien se habría hecho de palabras con un conocido que golpeó a su hijo de siete años en el ojo.
“Yan estaba en casa de sus abuelos en Esperanza cuando un conocido de ellos entró ebrio a la vivienda. El niño estaba comiendo frente al televisor y la persona intentó quitarle el plato, dándole un golpe en el ojo”, se lee en una de las denuncias hechas por el también escritor cubano Arístides Vega.
Según el internauta, el padre del menor fue a recogerlo a casa de sus abuelos cuando se enteró de lo ocurrido. Acto seguido, este acudió a la vivienda de esta persona para quejarse.
El escritor afirma que Lay Fabregat jamás atacó a esta persona, pese a estar enojado por la agresión que sufrió su hijo.
“No golpeó a nadie, ni invadió el hogar de este. No pasó de decirle tres o cuatro cosas en el tono en que se le dice algo a quien ha golpeado al hijo de uno. Hay testigos de estos sucesos”, añade la denuncia.
Pese a esto, el escritor ahora está acusado de haber agredido al hombre que golpeó a su hijo, y las autoridades castristas le han advertido que, de no retirar sus acusaciones en contra de esta persona, Lay Fabregat podría ir preso.
Los colegas del escritor lo describen como una persona decente e íntegra, por lo que consideran como injustas las amenazas de prisión que pesan sobre su cabeza.
La denuncia señala que el juicio del joven periodista y editor se llevará a cabo el próximo 18 de mayo en el Tribunal Municipal de Ranchuelo, a donde se presentará como acusado, todo mientras que el juicio en contra del agresor del menor aún no recibe fecha pese a que las acusaciones se hicieron antes.
“Es vergonzoso lo que está sucediendo, muy penoso que una familia de jóvenes decentes, profesionales, esté pasando por un suceso tan oscuro y amañado donde parece que el agresor está siendo protegido a toda costa”.
De igual manera, el denunciante considera imperdonable que las autoridades cubanas no quieran proteger a un menor que fue agredido.
“Es muy preocupante que un niño quede desprotegido ante una agresión física por parte de un adulto”, concluyó.
